¿De dónde me conoces, Camille? | (Saga Sueños)

Capítulo 42

- ¡Alex! ¡¿Por qué seguimos corriendo?!... - me mira sobre su hombro y dice algo que no logro escuchar. - ¡¿Qué?! ¡Para, detente! - digo tratando de soltarme de su agarre, mas no puedo.

De pronto Alex estaba en el suelo, con sangre en su pecho. Me acerco a él asustada, esto me recuerda a... ¡No, no de nuevo!

- ¡No! ¡Alex! ¡Por favor, no!

- Camille... - tose más y más sangre. - Te amo... Sé feliz. - Cierra lentamente los ojos. - Te amo.

Y cerró los ojos por completo. Sabía lo que significaba.

Alex había muerto y con él había muerto mi corazón.

- ¡¡¡ALEX!!!

- ¡Camille! ¡Cariño! - me levanto con la respiración agitada.

Los chicos están rodeando mi cama, veo a Alex. No lo pienso dos veces y lo abrazo.

- Solo fue una pesadilla, tranquila. - dice acariciando mi espalda. Niego con la cabeza asustada. Lo abrazo aún más fuerte y las lágrimas mojan su hombro descubierto.

Esto me está asustando demasiado. Hace seis años no sueño con él y ahora que lo hago sueño la última parte del antiguo sueño. Esto me da mucho miedo... ¿Y si pasa en la realidad?

- Cam... - miro a Jenni, tiene un vaso con agua en su mano. - Tómala, debes tranquilizarte. - Tomo el agua, esto me tranquilizó un poco. Pero aún así el susto nada ni nadie me lo va a quitar.

- Todo está bien, ¿sí? - Zack está de cuclillas frente a mí. Asiento. - Solo fue una pesadilla, no es real. - me abraza. - Tranquila, estás temblando. - Alex me coloca una manta sobre mis hombros. - Chicos, hay que dejarlos. Hablaremos de esto luego. - dice Zack sacando a todos de la habitación. - Vamos, Chloé. - ella rueda los ojos y sale.

- Preciosa... - miro a Alex. - Estás pálida. En este momento iremos a alguna clí...

- No, estoy bien. - lo interrumpo. Deja su teléfono, supongo que iba a llamar a Óscar. - Ven. - Se acerca a mí y me abraza. Recuesto mi cabeza sobre su pecho.

- Todo está bien, yo estoy bien.

- ¿Cómo sabes que estaba soñando contigo? - me separo al instante.

- Pues decías mi nombre. - asiento. Ahora hablo cuando duermo. ¡Genial! - Y no es la primera vez que pasa.

- ¿Qué? - Esperen... ¡¿Qué?!

- Han habido unas dos o tres ocasiones en las que supongo has soñado conmigo. - me sonrojo. - Decías algunas cosas y me llamabas.

«Trágame tierra.»

Es lo único que puedo decir. No, ni siquiera lo puedo decir, esto es muy vergonzoso.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste?

- Porque me parece lindo que sueñes conmigo. - oculto mi rostro con mis manos y él ríe. - Pero este último me preocupó... No te levantabas y no dejabas de gritar.

- Yo... No puedo creer que haya soñado... - me callo. Estaba apunto de decir lo que tanto me da miedo a decir.

Debo... Necesito un segundo para procesar todo esto. Pensé que ya no volvería a soñar con Alex, y ahora me dice que sueño con él y yo no lo recuerdo; bueno, desde un principio pensé que nunca lo conocería y ahora está junto a mí abrazándome. También pensé que el sueño era algo que mi subconsciente quería decirme, ya que eso son los sueños... Y pues ahora está esta pesadilla, que es posible que se haga realidad.