Capítulo 13

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NARRA JENNI:

  — Bueno, Max. Somos tú y... — De pronto algo golpea mi auto.

¡Genial! El karma, es el karma.
¡Discúlpame, Camille!... En dónde quiera que estés.

Agarro a Max y salgo del auto. El conductor del otro auto también sale, que conste que él fue el que me golpeó.

Esto le saldrá caro.

  — Lo siento. — dice.

  — No pues, te disculpo... — me mira sorprendido. Se encoge de hombros y vuelve a su auto... ¡¿Es en serio?! — ¡Por supuesto que no te disculpo! ¡Tendrás que pagar los daños y mira... — acaricio a Max. — Él se asustó! ¡Le pagarás un psicólogo! — Soy algo exagerada, solo algo.

  — ¡¿Qué?! Te pagaré los daños, pero no un psicólogo para el perro. — Tapo las orejas de Max y abro la boca.

  — No es un simple perro... ¡Es Maximiliano Tercero! — me mira como si estuviera loca. Ok, no puedo resistirlo más, empiezo a reír. Me encanta molestar a la gente.

  — Oye, si no te importa debo irme. — dice. — Debo ir al trabajo.

  — No, bueno... Yo no, pero aún así, debes de pagar.

  — Lo sé y te lo pagaré... ¿Acaso no me conoces? — frunzo el ceño. ¿Conocerte? No pues, ni que fuera el presidente.

  — ¿Por qué te conocería?

  — Ten, este es mi número. — me da un papel con su número. — Llámame y yo pagaré lo daños. — dice caminando a su auto. — ¡Soy Marcus Brown!

NARRA CAMILLE:

  — ¡Asher, no! — río y me alejo.

  — Pero...

  — Mmmm. — saboreo mis labios. — Vainilla.

  — Se supone que deberías molestarte porque te manché con helado, pero no... Eres rara, Camille Andersson. — río y me encojo de hombros. — Pero eso es lindo. — me sonrojo.

Decidimos ir por unos helados, el suyo es de vainilla y el mío es de vainilla con chispas de chocolate. Ahora estamos caminando por la ciudad, mientras hablamos sobre nosotros y nos conocemos más.

Me cae bien y es muy lindo.
Cada vez que tiene la oportunidad logra hacerme reír o logra hacer que me sonroje.

  — Cuidado. — coloca sus manos en mi cintura y hace que rodeé un charco.

  — Gracias. — sonríe y sigue caminando.

De pronto su rostro que mostraba ternura cambio radicalmente por un gesto serio.

  — Camille... ¿Por qué cancelaste nuestra cita? — «Oh, era eso.»

  — Como te dije... Tuve que salir. — miro los edificios.

  — Sé que saliste con Alex. — lo miro. — No puedo llevarte a San Francisco, pero al menos puedo hacerte reír.

  — Asher, no tuve opción... Lo siento, pero no tengo porqué darte explicaciones. — Nos quedamos callados durante unos largos segundos. Pero tengo razón, es alguien al que recién estoy conociendo y no tengo porqué explicarle nada sobre mi vida personal o lo que hago con ella.

  — Lo siento, no debí hablar de ese tema. — dice. — ¿Estás molesta? — niego con la cabeza.

  — No dejemos que eso arruine nuestra salida. — asiente. — Ahora... ¿Qué hacemos?

¿De dónde me conoces, Camille? | (Saga Sueños)Where stories live. Discover now