¿De dónde me conoces, Camille? | (Saga Sueños)

Capítulo 34

Llego al trabajo, como cualquier día común y corriente...

¿Común y corriente?

Óscar tuvo que traerme, en la mañana vi que en mis redes sociales mis seguidores se multiplicaron por diez o más, mi familia ya sabe todo al igual que la familia de Alex, hablando de Alex... Quiere que tenga un guardaespaldas. ¿En serio, para qué un guardaespaldas? Digo, el artista famoso aquí es él y además, sería incómodo estar con una persona vigilándote todo el tiempo.

Subo al piso en el que siempre hago las fotos, al llegar ahí todo el mundo me mira. ¿Qué tanto me miran? Pueden seguir con su trabajo, no soy una gran distracción.

«¿Hablas en serio? Eres novia de 'El cantante famoso' y aún así preguntas qué tanto te miran.»

Ingreso al estudio, en donde hay más gente mirándome. Espero no caerme, ya que tengo tanta atención.

Abigail se acerca a mí. ¿En dónde está Jack? También lo necesito.

- Camille...

- ¡Camille, mi fotógrafa favorita! - dice mi jefe pasando su brazo sobre mis hombros y alejándome de Abigail. Hace unos días no sabía ni mi nombre, creo que ni siquiera sabía que trabajaba aquí. - ¿Quieres un café? ¡Rose, quiero dos cafés en este momento! - le dice a su asistente.

- Pero... A mí no me gusta el café.

Salimos del estudio y caminamos a su oficina, al llegar se sienta en su escritorio y señala uno de los pequeños sillones frente a este indicándome que me siente.

¿Exactamente, qué hago aquí? Debería estar tomando las fotos.

- Camille Andersson... - me mira unos segundos. Esto es incómodo. ¿Qué es lo que quiere? - Tengo la solución para ti.

- ¿Para mí? Disculpe, señor, pero... ¿De qué está hablando?

- La solución para que todo el mundo te conozca y ame. - Rose llega con los cafés. Acepto el mío, no lo tomaré, pero tampoco voy a ser descortés al no recibirlo.

- Disculpe. ¿Podría explicarse?

- La noticia es reciente y como tú trabajas aquí, nos darás una entrevista en donde dirás los detalles de cómo fue que lograste conquistar a Alexander. Tal vez podríamos convencerlo de dar la entrevista contigo. - ¿Qué? - Muchas adolescentes leen nuestra revista así que...

- Espere... Lo que quiere decir es que quiere que les venda mi historia con Alex. - No es una pregunta es una afirmación.

- Por supuesto. Además tu trabajas aquí, dudo mucho que no nos des esa entrevista.

Bien, esto no es más que una ofensa. ¿En dónde está la privacidad de mi relación?

- Disculpe, pero se está confundiendo. Yo no voy a hablar con cualquiera sobre mi relación para que la vendan. No soy de ese tipo de personas. - me levanto dejando el café en su escritorio. - Me dice que ya que trabajo aquí debo darle esa dichosa entrevista, ¿cierto? - asiente. - Bien, supongo que este será mi último día.

- ¿Qué estás queriendo decir?

- Pues que renunció. Lo que usted me acaba de decir no es más que ofensivo. - Y realmente irrespetuoso. - No estoy dispuesta a venderles algo que es completamente personal.

- ¿En serio estás dispuesta a perder tu trabajo por algo tan insignificante?

- No sé por quién me está confundiendo, no soy el tipo de persona que usted piensa. Pero, ¿Sabe lo que en serio estoy dispuesta a hacer? Es a no perder mi dignidad. Ya lo dije. ¡Renuncio! - camino a la puerta de la oficina.