¿De dónde me conoces, Camille? | (Saga Sueños)

Capítulo 40

Una semana después...

- ¡Ya es hora! - grita Kyle.
Decidimos tomarnos unas vacaciones todos juntos en una casa de playa antes de que él se vaya a España con Daiana.

Y como siempre voy tarde... - ¡Camille!

- ¡Ya voy! ¡Ya voy!

Subo al auto de Joe y río al ver al pequeño Austin manchar con su dedo lleno de saliva la camisa de su padre.

Por suerte tengo mi cámara, así que les tomo la foto.

- Para el recuerdo. - Joe rueda los ojos. - ¿Ya estamos todos?

- Falta Chloé.

- ¡Oh, no! Ella irá con Marck en el otro auto. Parece que están por volver. - sonrío.

- Bueno, entonces... ¡Vámonos!

Durante todo el camino a la casa de playa, (Debe ser una gran casa de playa, somos muchos.) estuvimos cantando, contando historias, jugando con los pequeños y sí, había olvidado como eran estos viajes. Y eso que en este auto no están todos.

León y Ari también pudieron venir con la pequeña Sol.

¿Qué pasó con Alex? Es incómodo recordar lo que pasó entre nosotros. Él ha estado tratando de acercarse a mí o tan solo hablarme, pero lo he ignorado. Incluso sé que ha mandado a Óscar a espiarme. ¿Cómo lo sé? Pues hablé con Óscar cuando lo note espiándome.

Sólo le pido que me dé mi espacio. Esto es doloroso para mí. Si creen que soy muy testaruda es porque no quiero que me lastimen, no más.

No he hablado de esto con los chicos, no hasta saber la verdad de esa foto, no quiero que vayan y maten a Alex. La única que lo sabe es Chloé, quién no deja de insistir en decirme que esa foto es de hace un año.

Bajo con Lydia en brazos y entro a la casa. Sí, es muy grande.

- ¡Lydia y yo tenemos hambre! - grito y Lydia me sigue. Creo que la estoy convirtiendo en una mini Camille. Kyle me lanza un juguete en la cabeza. - ¡Kyle Andersson, no querrás haber nacido! - entrego a Ly a su madre. Sigo a mi hermano por todas partes de la casa hasta que sale a la playa.

- ¡Niños, no se vayan a caer! - grita Zack. Río al escuchar a Zack imitando a mamá.

Sigo a Kyle hasta tirarme sobre su espalda.

- ¡Discúlpate!

- ¡Jamás! - rodeo su cuello con mi brazo.

Sigo jugando con Kyle hasta que escucho esa voz. - ¿Camille? - miro a la persona que me llamó. Bajo de la espalda de Kyle. - Hola. - miro a mi hermano. Parece que lo reconoció, Kyle hace que me coloque detrás de él.

- ¿Qué haces aquí?

- Es un lugar público, ¿no? - mi hermano se acerca amenazante a él.

- Kyle, no...

- No quiero que te le acerques.

- Eso lo decide ella, ¿no crees?

- ¡Erick, ya basta! ¡Te advertí que no te vuelvas a acercar a mí! - me coloco delante de mi hermano

- ¿No entiendes que yo te amo? Claro, ahora estás con la estrellita. - Kyle trata de acercarse a él, pero lo detengo.

- No metas a Alex en esto. Yo no te amo, ¿qué no te das cuenta de todo lo que me hiciste? - volteo a ver a mi hermano. - Regresemos, ¿sí? - él asiente.

Ahora me va a pedir que le explique todo, conozco a mi mellizo.

- ¡¿Cuándo fue que lo volviste a ver?! - los chicos nos miran.