Capítulo 14

4.2K 369 7
                                    

Más bebés.
Más integrantes a esta familia.
Y pensar que hace unos años sólo éramos mi hermanos y yo.

Los años han pasado tan rápido, aún recuerdo cuando jugaba con mis hermanos o me enseñaban a manejar bicicleta, nunca aprendí, pero disfrutaba de esos momentos.

- ¡Camille! - veo a Jenni en uno de los pasillos.

Asher tuvo que irse, en realidad, él piensa que no es apropiado que esté aquí en este momento.

- ¿Ya nacieron? ¿En dónde están papá y mamá?

- Están esperando, mamá no puede calmar a Ly, no para de llorar. - dice, mientras caminamos al lugar en donde están todos.

Veo a mamá caminar de un lado a otro con Lydia en brazos. Me acerco a ellas luego de saludar a todos.

- Lydia, amor, mamá ya va a salir. - le dice tratando de calmarla. - No llores, mi cielo.

- ¿Así eras conmigo, mami? - la abrazo por la espalda.

- ¿Te digo la verdad? - me mira sobre su hombro. - Tú eras peor.

Me separo y camino hasta estar frente a ella. - Tengo una ligera sospecha de que eso no es verdad. - cargo a Lydia.

- En realidad, aunque no lo creas, eras más tranquila, ya que tus hermanos te hacían jugar. - veo a papá acercase y abrazar a mamá. - Claro, con tu tía si te tranquilizas, ¿no? - dice y le hace cosquillas a Lydia.

- Cariño, - miro a papá. - alguien te está buscando. - frunzo el ceño. - Está en la cafetería.

- ¿A mí? - asiente. - ¿Quién?

- Me dijo que era del trabajo. - Acomodo a Ly. - Tranquila, los partos suelen demorar... Y vaya que tenemos experiencia. - Mamá y papá asienten. Sonrío.

- Está bien. - doy media vuelta. - Esperen... Si ven a Joe y Zack salir, tómenles una foto, no quiero olvidar sus caras. Aunque ya tengo la foto de Zack. - ellos ríen y hacen que me vaya, prácticamente me botaron.

Camino a la cafetería, mientras hago que Lydia se duerma. Abra pasado una hora y media desde que Jenni me llamó.

Llegó a la cafetería y veo a unas cuantas personas hablando, otras miran sus teléfonos, pero hay una que logró llamar mi atención. Tiene una gorra con visera y está con ropa de tonos oscuros. Tengo una leve sospecha de que esa es la persona que me está buscando.

«Claro, Camille, acércate a la persona más misteriosa del lugar y luego veremos qué te pasa.»

Pensé muy tarde, ya que ya estoy frente al tipo misterioso.

- ¿Tú me estabas buscando? - pregunto. Se quita las gafas oscuras... Un segundo, yo ya he visto esas gafas y esa cara bonita también. - Debí suponer que eras tú.

- El único. - ruedo los ojos. - ¿Otro secreto tuyo? - mira a Lydia.

- Es mi sobrina. - suspiro. - Ni siquiera debería estar hablando contigo. - Salgo de la cafetería de manera decidida y me siento en uno de los pasillos, a mi lado está una ancianita. - Buenas tardes.

- Buenas tardes. - mira a Lydia. - ¿Es tu pequeña?

- Es mi...

- ¡Camille! - se para frente a mí. - Hice lo que me pediste, me disculpé con Óscar.

- ¿Acaso no entiendes? Me hubiera gustado que haya sido por voluntad propia, no porque yo te lo pedí.

De pronto hace algo que podría dejarme sin respiración, se coloca de rodillas frente a mí.

«Santo Dios... ¿Quieres que me muera?»

No, en este momento, estás molesta con él. Mantente firme.

- Camille, discúlpame. - pide. - Sé que todo lo que pasó ese día fue maravilloso hasta ese momento que está arruinando todo esto...

- ¿Todo esto?

- Ni siquiera yo sé que es esto. - nos señala. - Pero sé que es algo de lo cual nunca me voy a arrepentir.

Como que me está faltando el oxígeno... ¡Ayuda!

- Camille, por favor, discúlpame.

- Se supone que me estás buscando por trabajo. - frunce los labios y entrecierro los ojos. - ¡Bien! Te disculpo. - Sonríe y se acerca a besarme en la mejilla. - Ahora debo ir a esperar.

- Sé que no debería preguntar, pero... ¿Qué haces aquí?

- Mis dos sobrinos están por nacer.

- Yo aún no tengo sobrinos... Creo que ha de ser genial poder estar con esos pequeños y luego regresarlos a sus padres. - río.

- No tienes ni idea. - vuelve a besar mi mejilla.

- Tengo que irme, debería estar grabando en este momento, pero me escapé.

- Alex... - digo en modo advertencia.

- Ya me voy, ya me voy... No digas nada, haz como si yo no hubiera estado aquí. - acaricia la mejilla de Lydia. - Es muy linda. - se va alejando. - ¡Cómo la tía! - me sonrojo y sonrío.

No me gusta que Alex esté arriesgando su trabajo por mí, no quiero que deje de hacer lo que le gusta. No quiero que todo lo que ha logrado lo eche a perder.

- Ténle paciencia, - miro a la ancianita, había olvidado que estaba aquí. - así son los muchachos... Pero este se ve que vale la pena. - sonrío.

***~~***

Esperar... ¿Cuánto tiempo más nos van dejar aquí, esperando?

Lo único que sé es que mis sobrinos ya nacieron, aún no nos dejan ver a Aly, Nicky y los bebés. Zack y Joe están con sus esposas, deben estar exhaustas. Ser mujer no es fácil.

- Ya pueden verlos. - dice Joe. Todos nos paramos y lo seguimos. Parece que a Aly y a Nicky las han puesto en una misma habitación.

Ian me abraza por los hombros, mientras caminamos a la habitación. - ¿Me dirás quién era el chico de hace unas horas?

- Es un amigo.

- Eso espero...

- Ian, - nos detenemos. - sabes que si tengo novio serás el primero en saberlo. - Eso creo.

- Espero sea cierto. - Entramos a la habitación.

- Listo, llegó la tía más hermosa. - me paro en medio de las dos camas. - ¿Fue muy doloroso?

- Ni te lo imaginas.

- Entonces seguiré siendo tía. - ellas sonríen débiles. - ¿Saben? Yo quería ser como mamá y papá, tener como cinco hijos. - Mamá y papá ríen.

- Tuve suerte de haber tenido solo tres partos. Bueno, cinco... Pero los pares fueron el mismo día. - dice mamá.

- Llegaron los bebés. - dicen las enfermeras, ellas entregan los pequeños a sus madres. - ¡Felicidades! - Salen y todos nos acercamos a ver a los pequeños recién nacidos.

Ver las sonrisas en los rostros de mis hermanos es... No sé, es... Solo puedo decir que los admiro y agradecer a mis padres por darme unos hermanos maravillosos.

Abrazo a los gemelos. Todos en la habitación ríen. - ¡Chicos, los quiero!

- Estas cosas te ponen sentimental, debí recordarlo. - dice Zack.

- Solo abrácenme, par de bobos. - ríen y me abrazan.

- Eres la menor. - dice Joe. - ¿Qué podíamos esperar?

- Lo sé, soy fabulosa. - Ríen a carcajadas haciendo que los recién nacidos empiecen a llorar. - Andersson tenían que ser ustedes dos. - los señalo.

Kyle se acerca y me abraza por los hombros. - Debemos hablar.

________________

"Voten y comenten"

¿De dónde me conoces, Camille? | (Saga Sueños)Where stories live. Discover now