97. Steve Rogers [Maratón]

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Título: Un muy buen mal día

Steve Rogers

Advertencia: Contenido sexual explicito. 

Comentario: [Maratón fondue x 500k. 7/?]  

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Todos tenían sus días malos, pero el día en que Steve se levantó salvaje, ese día sería memorable para ambos.

Había tenido un sueño húmedo que le hizo levantarse con una erección, palmeó el lado de su cama para buscarte y que le pudieras ayudar, pero no estabas ahí.

Gruñó pensando dónde habías ido tan temprano, iba a tocarse a si mismo, ya que en verdad necesitaba una liberación. Justo cuando había metido la mano en su pantalón de pijama, lo llamaron.

Escuchó la voz de Tony citarlo con urgencia en la sala de reuniones y la amenaza de que si demoraba más de cinco minutos él mismo iría a buscarle.

Steve suspiró y cuando terminó la llamada se miró, bufó levantándose y sabiendo que no podría masturbarse ese día, decidió tomar una ducha bien fría para bajar el calentón.

Una vez que salió, con su problema ya resuelto, se fijo en la hora, estaba a tiempo para la reunión y así fue.

Cuando llegó trató de saludar cordialmente a todos, sólo por educación, no le importaba mucho en verdad.

Se sentó en su lugar habitual, esperando a que todos terminaran de llegar. Comenzó a ojear los papeles que tenía delante, hasta que unas risas lo interrumpieron.

Entrabas riendo por algo que Tony había dicho, el millonario te sonreía de forma coqueta y tu no podías evitar sólo apartar la mirada.

Steve apretó la mandíbula en ese momento, se sentía demasiado celoso y el día de hoy no lo ayudaba contra eso. No le gustaba sentirse así y por lo general nunca daba mucha importancia a esas cosas, pero este día él no podía evitarlo.

Las cosas no estaban de su lado.

La mirada del super soldado recorrió todo tu cuerpo. Iba de tus piernas desnudas, hasta el escote de tu camisa. Le encantaba cuando ibas en faldas y ropa formal. Dejaba al descubierto todas aquellas partes a las que él le tenía mucho cariño.

Te sentaste a su lado y le sonreíste, ibas a inclinarte para darle un beso, pero Tony comenzó a hablar. Todo quedó en un simple "hola" antes de que ya comenzaras a ver el tema que iban a tratar.

Los minutos pasaban y la concentración se Steve no estaba donde debía estar, sus ojos se dirigían a ti y en lo que tu estabas haciendo.

En la forma de cruzar tus piernas y dejarle ver un poco de muslo, ver el escote de su camisa, justo donde estaba el collar que él te había regalado o simplemente la manera en que mordías el bolígrafo, nerviosa.

La mente de Steve fue a parar a la fantasía de estar en esa misma sala, pero los dos solos, él en su silla y tu en tus rodillas.

No sabía cómo había hecho para llegar a pensar semejantes cosas, sólo sabía que tu lo tenías mal. Desde el primer momento que se conocieron, pusiste su mundo patas para arriba.

Miraste a Steve, quien había hecho un ruido raro.

—¿Estás bien, amor? —susurraste para que sólo él escuchara.

Él asintió y trató de seguir concentrado, pero la temperatura de su cuerpo había subido. Lo menos que él quería en esos momentos era volver a tener una erección.

ONE SHOTS ❆ MARVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora