ONE SHOTS ❆ MARVEL

26. Steve Rogers pt. 2🔞

Título: Buena Actriz. Parte 2

Steve Rogers aka Capitán América

⚠Advertencia: Contenido sexual explícito, lees bajo tu propio riesgo⚠ (͡° ͜ʖ ͡°) 🔞

◇◇◇

—Salgamos de aquí —dijiste entre suspiros.

Steve despegó sus labios de tu cuello y presionó el botón haciendo que el elevador continuara su camino hasta llegar a tu piso dónde podrían continuar con todo esto.

Las puertas se abrieron y ambos aún en esa posición siguieron con lo que estaban haciendo.

Steve te cargó hasta la puerta de tu habitación la cual abrió con desesperación mientras besabas su cuello.

Te depositó bruscamente en la cama haciendo que rebotaras sobre ella.

—¿Te quedarás ahí mirándome o vamos a perder tu virginidad? —preguntaste divertida.

—No soy virgen —Steve respondió.

Él se quitó la camisa mientras ahora avanzaba hacia ti.

—¿Qué? —preguntaste asombrada—. No eres tan inocente como pensé Steven.

Steve rio antes de colocarse sobre ti. Besó tus labios dulcemente mientras quitaba a paso lento tu vestido. Bajo la cremallera y tras tirarlo en alguna parte del cuarto comenzó a dejar besos húmedos desde tu clavícula a tu abdomen.

—Steve —gemiste cuando el capitán tomó la tela de tus bragas y las bajo lentamente, casi torturándote.

Él rio un poco antes de comenzar a trabajar en tu parte baja. Suspiraste mientras él pasaba su lengua sobre tu clítoris e introducía uno de sus dedos.

Tomaste su cabello y tiraste levemente del. Lo acercaste hasta ti y lo besaste ya no aguantando la necesidad de tenerlo, de fundirse en uno solo.

—Sólo hazlo... —pediste casi suplicante.

Vaya que a Steve le divertía esta situación de ti rogándole, pero como todo el caballero que es no se haría de rogar. Termino de quitar su ropa dejando ver todo su cuerpo tal y como Dios lo trajo al mundo.

Te inclinaste sobre él y lo besaste mientras pasabas tus manos por su cuello, atrayéndolo hacía ti.

Steve sujeto tus caderas volteándote ahora él quedando sobre ti. Te miro a los ojos buscando algún rastro de arrepentimiento, pero al no ser así sólo procedió a lo que ambos estaban anhelando.

Entró suave en ti haciéndote retorcerte del placer, besaste su mejilla subiendo tus besos por su cuello. Él comenzó a moverse lento, pero igualmente fuerte haciendo que te sientas en el paraíso.

Una vez que sus embestidas empezaron a tomar más fuerza y rapidez te viste obligada a volver a besarlo tratando de acallar los gritos que pretendías soltar, como si sólo existieran solo ustedes en aquella torre.

El capitán te miró y comenzó a aumentar el ritmo de las estocadas. Agarró una de tus piernas y la colocó alrededor de su cadera para poder ir más profundo.

Así siguieron por varios minutos en donde soltaban gemidos y seguían moviéndose al compás.

Escuchar a Steve gritar cuando ambos llegaron al clímax, al deseo tan esperado, fue simplemente erótico. El momento en el que los dos se fundieron en uno solo, ese momento tan único y especial.

Tras unos minutos para tranquilizar sus respiraciones ambos se acostaron, acurrucándose sin decir nada más.

Las palabras sobraban en aquel momento, ya habían expresado no solo el deseo sino el amor que se tenían el uno al otro.

Así fue como los dos cayeron dormidos juntos sin nada más para decir.

[...]

Tras esa noche de pasión y la dura fiesta de Tony tanto Steve como tú habían despertado más tarde que lo usual.

El peor momento fue cuando ambos entraron juntos a la cocina viendo como todos los observaban con una sonrisa en sus rostros.

—¿A ustedes que les pasa? —preguntaste tratando de evitar las miradas de todos mientras te dirigías al refrigerador.

—¿A nosotros? —Clint se señaló. — Nada, ¿Qué tal ustedes? —preguntó bastante interesado.

—¿Pudieron dormir o los ruidos los molestaron? —dijo Tony y antes que alguno conteste siguió—. Oh espera, eran ustedes los que hacían ruidos —dijo antes de suspirar dramático.

Tanto Steve como tú se miraron ambos rojos cual tomates. Ninguno dijo nada sólo se sentaron a tomar desayuno mientras todos reían.

—No creí que hubiéramos sido tan ruidosos —Steve susurró en tu oído.

Te encogiste de hombros mientras todos caminábamos hasta la sala. Tony había dicho que tenía un video que mostrarles y la verdad tenía a todos con la intriga.

—La verdad yo lo llamo "50 sombras de Steve" —dijo haciendo un gesto raro con las manos.

Puso play al video y tu boca cayó al ver de qué se trataba.

Eran las cámaras del ascensor y mostraban como Steve te metió cargándote antes de bajarte. Se veían los dos conversando y caíste en la cuenta de que pasaría luego.

—Tony —te levantaste de tu lugar para ir hasta el genio quien trataba de aguantar la risa.

Los demás tenían expresiones de confusión, extrañes experto Wanda quien los miraba con una sonrisa traviesa antes de levantar su pulgar.

—Ya dame eso Tony —saltaste tratando de tomar el control.

Aunque Tony no era muy alto aún no podías alcanzarlo ya que él se movía para todos lados impidiendo que tomaras el control.

—Descuida nena, la parte porno ya empezó —te giraste para ver a Clint quien había hablado.

Parecía que tanto él como Wanda y Sam habían preparado palomitas y ahora disfrutaban del "espectáculo".

Definitivamente ellos eran los shippers número uno de tu relación con Steve.

—Sabes podríamos ir y hacer la secuela —sentiste al rubio susurrar en tu oído mientras colocaba sus manos en tus caderas.

Asentiste con una sonrisa traviesa para luego seguir a Steve por el pasillo que los dirigiría fuera de ahí.

—¡Ahí va la secuela! —escuchaste a Sam gritar.

—¡En el ascensor no malditos pervertidos! —Tony salió al pasillo justo cuando las puertas del mismo se cerraban.

Tomaste Steve de la camisa y lo acercaste a ti para besarlo. Los dos sonrieron a mitad del beso al escuchar la voz de Tony.

—Hablo enserio, no sexo en el ascensor —se escuchó a través de los parlantes.