ONE SHOTS ❆ MARVEL

15. Wade Wilson + Harley Quinn [A.U]🔞

Título: Asylum

Wade Wilson/ Deadpool y Dra. Harleen Quinzel/ Harley Quinn

⚠Advertencia: Contenido sexual explícito, lees bajo tu propio riesgo⚠ (͡° ͜ʖ ͡°) 🔞

Comentario: [A.U] (Universo Alternativo). Universo donde Deadpool y Harley pueden existir juntos.

►Pedido especial◄

◇◇◇

Las cadenas de los tobillos de Wade le molestaban y mucho.

El espantoso traje color naranja lo volvía más loco de lo que ya estaba.

Los guardias lo empujaban hasta donde suponía tenía su sesión con la psiquiatra.

No podía mover las manos por la estúpida camisa de fuerza que tenía.

Fue empujado hasta sentarse en la incómoda silla de plástico hasta que la doctora se dignara a hacer acto de presencia.

El ruido de la puerta fue bastante molesto ante los oídos de Wade.

Los sonidos de tacones resonando por el suelo hicieron a Wade levantar la cabeza viendo como una atractiva rubia se sentaba en la mesa frente a él.

—Buenos días, soy la doctora Harleen Quinzel —la rubia se presentó.

Wade permaneció en silencio.

—Veo que usted no se presentará así que no queda otra que leer su archivo —ella dijo tras un largo silencio.

—Todo lo que dice ahí son puras mierdas, como todo aquí. Todos son unos malditos hijos de perra que condenan a gente que solo busca protegerlos —finalmente Wade se decidió en hablar.

Ella lo miró con una pequeña sonrisa como si lo que él estuviera diciendo fuera un comentario sobre el clima. Como si no hubiera dicho todas las barbaridades que mencionó.

La doctora no respondió, se limitó a leer en voz alta los archivos de Wilson.

—Wade Winston Wilson. Bla, bla, bla... —siguió leyendo hacia adentro cosas irrelevantes para ella—. Diagnóstico, esto si es bueno —ella lo miró sobre sus lentes—, Posible esquizofrenia, conducta agresiva-compulsiva, bla bla, cargos por asesinatos múltiples. Wow —ella se sorprendió—. Debes estar completamente loco.

—Soy un maldito completamente desquiciados —se encogió de hombros todo lo que la camisa le permitió.

—Oh, ¿dónde están mis modales? —ella susurró y de inmediato se levantó.

Camino junto a Wade y se dispuso a quitar la camisa de fuerza. Se agachó un poco dejando, ante la hambrienta mirada de Wilson, una vista de su escote mientras ella seguía desabrochando los candados.

—¿No cree que es muy estúpido sacarle la camisa de fuerza a un asesino agresivo? —Wade preguntó con burla siguiendo a la doctora con la mirada.

Si no estuviera tan loco diría que lo está seduciendo a propósito.

Estiró los brazos y los hizo sonar levemente.

—Sé lo que hago señor Wilson —ella sonrió coqueta inclinándose un poco hacia adelante.

Este soltó una fuerte carcajada. Recordando lo que los otros presos comentaban sobre la nueva doctora.

—Así que es verdad que usted es la nueva zorrita.

—Oh señor Wilson, no sé de lo que está hablando —ella sonrió.

Se hizo la desentendida, los rumores de que se acostaba con algunos de sus pacientes ya sonaban en todo el asilo.

—Vamos, ¿cómo llegó a ser psiquiatra? —él colocó las manos sobre la mesa inclinándose hacía ella—. ¿A cuántos se la tuvo que chupar? —dijo con burla.

Fue el turno de ella de reír.

—¿Una ya no puede divertirse? —habló mordiendo su labio—. A ninguno de ellos le importó, ¿porque debería a mí? —susurró tratando de ser sexy.

Y lo era, lo estaba consiguiendo a él también.

Los hombres pensaban con lo de abajo, no con lo de arriba y a ella eso le había servido mucho.

—Así que tengo a la doctora puta... —Wade dijo.

—Eso podría ser beneficioso para ambos —ella se levantó de su lugar y caminó hacía Wade.

—¿Tener sexo, aquí? Suena malditamente caliente —él dijo.

Wilson se levantó y tomó las mejillas de Harleen, estampando sus labios contra los de ella.

Ella abrió la boca profundizando el beso al mismo tiempo que se sentaba en la mesa.

El ambiente había pasado de ser una fría habitación para estar casi en llamas.

Ambas personas se encontraban en una guerra de caricias necesitadas que comenzaba a no ser suficiente.

Wade colocó sus manos en los muslos de ella subiendo su falda y acariciando el borde de sus bragas. No perdió el tiempo y las hizo a un lado para después pasar dos dedos por sus pliegues, acariciando su clítoris.

—Estas muy mojada zorrita —le susurró en el oído metiendo dos dedos en ella.

Harleen se mordió el labio aguantando un gemido sintiendo como los dedos de él salían y entraban provocándole un inmenso placer.

—No tenemos mucho tiempo, sólo hazlo —ella habló entre gemidos.

Él siguiendo sus órdenes bajó el cierre de su pantalón y entró fuerte en ella.

Todo era un lío de gemidos callados por los labios del otro, tratando así que no los descubrieran.

Las embestidas se tornaron rápidas, no les quedaba mucho tiempo.

El ritmo de las penetraciones era cada vez mayor, haciéndolas cada vez más profundas. Ambos estaban desesperados por alcanzar el clímax antes que fueran interrumpidos.

Rápidamente ambos llegaron al punto del placer máximo siendo abrazados por la sensación de estar completamente acabados.

Un horrible timbre sonó anunciando la finalización de la sesión.

Ella lo empujó y saltó bajando de la mesa acomodando su ropa.
Él la imitó y se sentó rápido en la silla.

—Espero haber sido de ayuda señor Wilson —susurró mientras varios guardias entraban.

Los guardias le colocaron como antes la camisa de fuerza y las esposas en los pies.

—Creo que necesita más sesiones, hablaré con los superiores sobre esto —guiño un ojo—. Nos veremos la próxima, señor Wilson.

Wade salió de ahí siendo empujado por los guardias pensando que su estadía en este manicomio podría tornarse divertida. Eso y que ya no le daría tanto uso a su unicornio como antes.