95. Bucky Barnes [Maratón]

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Título: Lujuria bajo las estrellas  

Bucky Barnes 

Comentario: Bucky de los años 40 

[Maratón fondue x 500k. 1/7]

♦♦♦

A Bucky le temblaban las manos cuando agarró los primeros botones de tu vestido y comenzó a desabrocharlos.

Aunque si, ya había hecho varias veces, con otras chicas, tú eras especial para él.

Eras su nena especial y quería lo mejor sólo para ti.

Reíste al verlo y le ayudaste mientras besabas su mejilla.

—¿Por qué estás tan nervioso? ¿No debería ser su revés? —preguntaste con burla.

Él sonrió de lado.

—Sólo no quiero cagarla —respondió.

De verdad no quería hacerlo por una vez en su vida, tanto así que hasta había pedido consejos amorosos de Steve para ser tranquilo como él.

—Siempre lo haces, ya estoy acostumbrada —dijiste restándole importancia.

Bucky abrió la boca ofendido.

Reíste ante su casa y tomaste sus mejillas, acercándolo para poder besarle.

Él no opuso resistencia, se acercó más a ti, uniendo sus labios con los tuyos en un pasional beso.

Su lengua se abrió paso con cuidado por tu boca, había tornado el beso más caliente, justo como estaban antes de que se pudieran a hablar de lo patético que él podía ser con las mujeres en algunos momentos.

Bucky decidió que ya había sido lo suficiente caballero por esa noche, por lo que arrancó la blusa de botones que tenías.

—Hey, no puedo llegar a casa con esto... —comenzaste a decir, pero fuiste interrumpida por sus labios.

Te derretiste en ese momento y ya no te importó un carajo la blusa.

Lo acercaste a ti y trataste de quitar su uniforme como podías.

Acariciando y disfrutando de la calidez de su piel debajo de tus manos algo frías, eso hizo a Bucky estremecerse y soltar un gemido bajito.

Las manos de James recorrieron todo tu cuerpo, quitando el resto de tu ropa. Sus labios fueron a parar a tu cuello, dejando varios besos húmedos allí.

Hizo presión, justo sobre las clavículas, adornando así tu piel con una mancha violeta. Sonrió satisfecho una ves que vio todo el arte que estaba haciendo.

Soltabas varios sonidos de satisfacción a medida que pasabas las uñas por su espalda.

—¿Estás lista, nena? —murmuró en tu oído, quitándose la ropa interior.

Asentiste incapaz de decir nada más, sólo querías tenerlo a él.

James movió sus caderas, mientras rozaba sus partes, haciendo una fricción entre ustedes.

Gemiste en voz baja, por más que estuvieran en un lugar apartados, seguían estando afuera y no sabías si alguien podría aparecer.

Sin embargo, en el momento de que James empujara suave sus caderas, ya no te importaba si alguien podría estar rondando.

Volviste a soltar un gemido, esta vez un poco más agudo, al sentirlo entrar en ti lentamente.

Tus paredes abrazaron toda su masculinidad a medida que él seguía empujando más y más profundo con sus caderas.

Salió casi por completo antes de volver a mover sus caderas, entrando de una manera fuerte que sólo te hacía seguir temblando debajo de él.

Barnes comenzó a tomar un ritmo rápido y fuerte mientras sujetaba con fuerza tus caderas, aprovechaste ese momento de suma concentración para acercar tus labios a su cuello, dejándole tú también, marcas a él.

Cuando Bucky cambió el ángulo de sus embestidas, hizo que dieras un grito ahogado. Apretaste las uñas en su espalda y las pasaste a lo largo de todos sus músculos.

Miraste las estrellas sobre ti, al momento en el que tu novio comenzó a murmurarte las cosas más sucias que podía pasar por su cabeza.

Tus ojos se conectaron con los suyos cuando ambos estaban a punto de llegar.

Bucky hacía todo lo posible por hacerte llegar primero, incluso en el sexo sería un caballero.

Una de sus manos bajó para acariciar tu clítoris, queriendo que llegaras al orgasmo. Lo frotó varias veces con su pulgar hasta que diste un grito totalmente extasiada en la liberación.

James siguió moviendo las caderas hasta que pudo llegar a su propia liberación, gruñó y escondió la cabeza en tu cuello.

Ambos quedaron abrazados durante unos segundos, tratando de recuperar el aliento. Acariciaste la espalda de Bucky y él se incorporó para verte.

—¿Estás bien? —preguntó mirando cada detalle de tu rostro.

Asentiste. —Si, estoy bien, ha estado increíble amor —dijo.

Bucky llenó de besos tu rostro, de un modo muy tiempo.

—Que bueno, ahora temí el haberte hecho daño —murmuró—. Sabes que soy muy grande y... —él hizo una cara pervertida y lo empujaste.

Rodaste los ojos.

Él te volvió a besar y así pasaron el resto de la noche, entre besos y abrazos. Entre lujuria bajo las estrellas.




Bienvenidas al maratón 7u7 

Subiré uno por día (o eso intentaré) 

También estoy pensando en hacer una continuación de un OS que hice hace años de Steve y Johnny... ¿les gustaría? 

ONE SHOTS ❆ MARVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora