17. Thor Odinson

13K 880 162
                                    

Título: Un baile

Thor Odinson/Dios del Trueno

Comentario: Dedicado a la reina de mi corazón♥

◇◇◇

Probablemente esta sea la primera vez que podrías hablar con la familia real y no lo querías arruinar.

Estabas muy nerviosa, era tu primera vez en el palacio de los Odinson, aunque fueras princesa de uno de los reinos jamás habías salido de allí. Hasta ahora.

La gran sala dorada donde se llevaba a cabo el banquete de celebración por la batalla que habían ganado estaba repleta de personas. Todos lucían felices, divertidos y alguno que otro borracho también.

Buscaste entre todas las personas a tu familia, pero tu mirada se topó con la de cierto príncipe rubio. El príncipe Thor.

Habías escuchado que era realmente atractivo, pero simplemente pensaste que las damas de compañía solo estaban exagerando, cosa que era para nada cierto.

No tenías idea del tiempo que lo llevabas observando, pero cuando su mirada se conectó con la tuya y una sonrisa se formó en sus labios sólo sentiste como tu corazón se aceleraba.

Una de tus acompañantes te tomó del brazo guiándote a la mesa. Todavía podías sentir la mirada del Dios sobre ti mientras caminabas hacía tus padres.

—Señores Odinson —hiciste una reverencia cuando llegaste junto a los reyes—. Padres—saludaste a tu familia.

—Oh querida —Frigga vino a abrazarte—, eras apenas una bebita cuando te fuimos a conocer —asentiste ante sus palabras—. Sólo mírate ahora, toda una Lady— lo último lo susurró mirando a tu madre.

Te sonrojaste levemente al sentir la mirada de todos ahí.

—Princesa —Odín te llamó—. Te presento a mis hijos, los príncipes Loki y Thor, mis hijos —hizo un ademán con sus manos.

—Príncipes —hiciste una reverencia ante ellos.

El primero en acercarse a ti fue el alto chico de cabello oscuro. Tomó tu mano depositando un beso en ella.

—Princesa —te sonrió.

Sonreíste cortésmente ante el muchacho. Fue el turno de Thor en acercarse y saludarte. Podías ver una sonrisa plasmada en su rostro a la vez que se acercaba ante la atenta mirada de todos.

—Es un placer tenerla en Asgard mi Lady —te sostuvo la mirada mientras plantaba un beso en tu mano.

Hiciste un asentimiento de cabeza. —Es un placer estar aquí —dijiste.

Los dos se dedicaron a mirarse por unos segundos sin decir nada hasta aún tenía tu mano sujeta.

El carraspeo de tu padre hizo que ambos volvieran a la realidad.

Te soltaste de la mano de Thor y sonreíste a los allí presentes antes de ir a tu lugar asignado en la mesa.

Loki miró con una sonrisa burlona a su hermano.

—Sólo no digas nada —pidió Thor escuchando la carcajada del otro Dios.

—No hace falta decir nada, hermano. Creo que nos ha quedado claras tus intenciones —siguió burlándose.

El pelinegro escuchó bufar al Dios del trueno mientras lo seguía a la mesa.

[...]

El banquete había transcurrido tranquilo. Sólo dejabas que los hombres hablaran sobre guerras y las madres hablaban sobre cosas aburridas.

Te considerabas bastante callada por lo que tus intervenciones eran principalmente monosílabas y solo cuando fuera realmente necesario.

En cambio, Thor era todo lo opuesto. Él no tenía miedo de alagarte frente a todos o decir lo encantado que está con la presencia de toda tu familia aquí.

—Deberías ser más discreto, hermano —Loki susurró a Thor—. La pobre chica está roja —te señaló disimuladamente.

Thor volteó a verte y sonrió cuando efectivamente vio que un rubor cubría tus mejillas.

El banquete había terminado y ahora todos se disponían en ir a la sala de baile.

Caminabas con tus acompañantes murmurando sobre las personas que estaban ahí.

Era inevitable no ser una chismosa.

Reías por algo que habían dicho hasta que viste una gran figura parase delante de ti.

—¿Me permite una pieza mi Lady? —Thor preguntó estirando su mano.

Miraste hacía todos lados y cuando viste a tu madre ella te sonrió articulando un "adelante".

Tomaste la mano de Thor y él te guio hasta el medio de la sala, aún no había nadie bailando por lo que todos los miraban con atención.

Loki sonreía al igual que su madre y la tuya. Mientras Odín y tu padre sólo se limitaban a observar sin comentar nada.

—¿Puedo? —preguntó.

Asentiste y él procedió a colocar su mano en tu cintura, atrayéndote hacía él. Tu mano se posó en su hombro y con eso procedieron a moverse lentamente al compás de la música.

Paso tras paso se movían a través de la pista, restándole importancia a lo que sucediera afuera. Eran solo ustedes dos mirándose directamente a los ojos.

—¿Te he dicho que eres hermosa? —susurró en tu oído.

Eso te hizo estremecer y rogabas porque él no lo hubiera notado, pero lo hizo.

—No, no lo habías mencionado. Pero muchas gracias —reíste hablando por lo bajo.

El Dios te atrajo más hacía él, casi abrazándote.

—Thor —lo miraste—, la gente nos mira —susurraste.

—No habían visto a una chica tan hermosa antes, deberás disculparnos porque yo tampoco la había visto hasta ahora —habló cerca de tu oído enviando descargas a través de tu cuerpo.

No respondiste solo te limitaste a colocar tu cabeza en su pecho, ya que era demasiado alto para ti.

Así pasaron el resto de la noche, bailando y charlando sobre cualquier cosa que se les cruzara por la mente.

Con él, no había necesidad de ser tímida, podías hablar libremente sabiendo que tendrías a un fuerte hombre escuchando cada una de tus palabras.




ONE SHOTS ❆ MARVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora