¡¿Mi mate, un lobo?!

"#69"

¡¡MARATÓN ESPECIAL!!

Pov-Marcos

Habían llegado a la casa de los Meller, el chico aún no podía creer que solo a pocas casas de allí se encontrará la suya.
El barbudo lo dejo pasar, este entro con la mirada baja esperando que ninguno de los pelirrojos se encontrarán en casa, lamentablemente escuchó murmullos desde el comedor, y luego unas pisadas.

—¡¿MARCOS?!, ¿qué pasa?, ¡¿Por qué estás lastimado?!, ¡¿Quién te lastimo?!.

Jake llegó primero notando en seguida a su novio, había notado que el chico tenía un moretón en su frente y otros más en sus brazos y rodillas, además de las notables ojeras y ojos rojos que tenía.
Cris fue el siguiente corriendo a su lado muy preocupado por su amigo, en ese momento el chico no había dicho palabra alguna, solo miraba el suelo con tristeza.

—Chicos denle su espacio, primero debe descansar y comer algo, luego nos contará si es que quiere—Explicó la mujer con tranquilidad—

El rubio había comido solo un poco de comida aún cuando Cris le preparo mucha, en ese tiempo no había hablado ni dicho nada, poco después cayó rendido en la cama en un gran sueño sin siquiera haberse bañado, se notaba que estaba cansado y decaído.

La familia le pregunto al chico lo que le pasaba pero no respondió y cuando le preguntaron a Jhon este se justificó diciendo que el no era el indicado para contarlo.

Las horas pasaban y la famila se encontraba más preocupada, el chico tenía fiebre tal vez por pasar la noche sin un suéter con el gran frío que había afuera.
Jake nunca se despegó de su lado, cambiaba la toalla de su frente, le cantaba y dormía con el por ratos.

Por otro lado Cris llamo a Jess diciéndole todo a la chica, está más que preocupada llegó a la casa en tiempo récord, trajo un par de medicinas y ayudo a Cris a preparar sopa de enfermos.
Por otro lado los padres de los pelirrojos llamaron a los padres del chico, la mujer les contesto diciendo que su esposo lo había echado de la casa por amar a un hombre, esta parecía muy triste pero se alegro un poco al saber que sus amigos cuidaban de su hijo.

—Jhon, cariño, hay que dejarlo aquí para que descanse, se que estas enojado pero debes tranquilizarte—Aclaro la madre con compasión—

Jhon estaba enojado el había prácticamente criado a Marcos y Jessica, los consideraba como dos hijos más a los que tenía que cuidar, los quería como a sus propios hijos, y le dolía el saber que uno de ellos estaba sufriendo por uno de sus amigos de la infancia.
Jhon, David y Travis habían sido amigos desde los quince años, Travis era el padre de Marcos mientras que David el de Jessica.
Y aún no podía creer que el habia hecho eso, tantas cosas que pasaron juntos y aún no entendía que es lo que pasaba en la cabeza de su amigo para tomar la decisión de echar a su propio hijo de su casa; pero el estaba decidido de cambiar eso. Este tomo las llaves de su auto y antes de abrir la puerta su mujer le pregunto.

—¿Cariño, a donde vas?

—Hablaré con Travis, cuida a los chicos y diles que esto no se quedará así.

Y sin esperar respuesta el hombre salió de la casa con un notorio enojó.

Nadie lástimaba a los chicos...

O por lo menos eso es lo que pensaba Jhon...