"#12"

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Hoy era sábado, el y sus mejores amigos se encontraban en la casa de Jessica quien trataba de convencer a sus amigos de la infancia para que la acompañaran al centro comercial por ropa aunque por lo visto, sería una tarea difícil de conseguir.

—¡Oh!, Vamos chicos, ¡además!, Marcos, ¿no habías dicho que necesitabas ropa?.

Le pregunto la chica a Marcos quién veía su teléfono con desinterés, este al escuchar su nombre elevo la mirada a su alocada amiga quién lo veía esperanzada.

—Si vamos contigo, no pararemos hasta visitar todas las tiendas, y yo solo necesito una camiseta—reprochó el chico con pesadez—

—Ah... ¿Y tu Cris?, ¿No necesitas ropa?.

Pregunto con una gran sonrisa la chica quién le encantaba vestir a su amigo por lo tierno y pequeño que se veía.

—Mmm... Claro, podemos ir si querés.

Cristian Meller como siempre tan amigable y encantador le contesto con una radiante sonrisa a la chica, quién en ese momento le brillaron los ojos y arrastro a ambos chicos por las escaleras mientras tomaba un poco de dinero y salían disparados fuera de la casa.

—Tenías que decirle que si... — él chico le susurro a Cris quién puso una sonrisa apenada—

—Es que se ve linda cuando ve ropa—Contestó sinceramente el pecoso con un ligero sonrojo en sus lindas mejillas—

Marcos no pudo evitar suspirar con una pequeña sonrisa.
¿Quién podría enojarse contigo?
Pensó el chico mientras revolvía el cabello del más pequeño.

Luego de un par de minutos, ellos ya se encontraban en la plaza para comprar ropa, cabe aclarar que en menos de 3 segundos la chica se encontraba en una tienda siendo arrastrados a sus mejores amigos.

—Díganme chicos, ¿qué opinan de este?.

Pregunto con una sonrisa Jess quién salía del vestidor con un lindo vestido rosado pálido, que hacía juego con sus zapatos.

—Se te ve lindo Jess.

Halagó el chico con una tierna sonrisa en el rostro, ¡y no se equivoquen!, Nuestro pelirrojo no le gustaba la hermosa amiga que tenía, sino que por eso es que la consideraba como una hermana, verla feliz, lo hacía feliz, lo mismo pasaba con Marcos quién le encantaba los videojuegos y el siempre se ofrecía para acompañarlo a jugar alguno, quién no le resultaba complicado ganarle.

Luego de un par de horas los chicos se encontraban en una de las últimas tiendas del lugar, quienes vendían ropa para personas todo tipo de personas, desde niños hasta adultos mayores, así que a la chica se le ocurrió una fantástica idea.

—Cris, ven por favor.

El pequeño extrañado se levantó de su asiento, aún con la mirada fija de su mejor amigo quién veia extrañado la escena.
Cris llegó a los probadores y bajo la mirada para no dirigirla a su amiga por respeto a ella.

—No te preocupes Cris, tengo ropa—Afirmó la chica con una sonrisa—

Este levantó la mirada extrañado viendo cómo su amiga le extendía un vestido azul cielo con pequeñas flores en la cintura.

Este tomo el vestido pensando que este no le había agradado del todo a la chica, pero se sintió aún más extrañado cuando está se hizo a un lado y lo ánimo a pasar a los probadores.

Y es allí cuando se dió cuánta de lo que tramaba su amiga.

Quería que se colocará el vestido...

¡¿Mi mate, un lobo?!Where stories live. Discover now