¡¿Mi mate, un lobo?!

"#68"

¡¡MARATÓN ESPACIAL!!.

Pov-Marcos

El chico se encontraba en un parque llorando, su madre le había rogado con lágrimas para que su padre lo dejara en paz, pero no lo logró, este simplemente lo arrastró por la casa y lo dejó afuera, aun escuchando los gritos y llanto de su madre desde el otro lado.
El se acuerda de la vez que su padre se enteró que Cris era gay, lo ignoraba, y hasta a veces lo menospreciaba.
Pero el creyó que siendo su hijo no lo trataría así, pero que iluso fue, un completo tonto al pensar que su padre lo aceptaste así de fácil.
El ya tenía 18 años, podía trabajar y tener una casa, pero desafortunadamente el aún estudiaba, y solo tenía con el tres  dólares...pensó un poco más el que hacer y al final tomo una decisión. Se sentía destrozado, triste, impotente, y hasta avergonzado, todo solo por amar a un hombre.

Tomo la pequeña maleta que había por fortuna tomado antes de que su padre lo sacara a rastras, camino por las calles hasta llegar a su destino.

Llegó al edificio y busco el lugar, para su desgracia no había nadie pero el ya no podía más, se recargo en la puerta y se dejó caer en el suelo con lágrimas en sus ojos. No tenía teléfono, no tenía dinero, tenía hambre y estaba solo.

Paso la noche recargado en la pared llorando y pensando, el no podía cambiar como era, el amaba a Jake, pero el mundo lo menospreciaba por eso, era difícil el ver cómo tu propio padre te echaba de su casa solo por no amar a una mujer, de no ser a lo que ellos consideraban "normal", de no ser lo que se esperaban.

El chico despertó por una pequeña sacudida, pestañeo varias veces tratando de enfocar su mirada, aún se podían notar las lágrimas secas de la noche anterior que había derramado, sus labios agrietados por el frío, un par de moretones, y sus ojos rojos daba a entender que no se encontraba nada bien.

Cuando pudo ver bien quién era el que le hablaba pudo apreciar una cabellera roja. Y mirando de cerca se encontró con el padre de los hermanos Meller, el señor Jhon Meller.

—¿Marcos, te encuentras bien?, ¡¿Qué te pasó?!.

Pregunto muy alarmado el barbudo al ver bien su rostro, Marcos bajo la mirada con tristeza, el no se esperaba que el padre de su novio y mejor amigo se encontrará en el departamento de Jake. El hombre se sentó en el frío suelo junto al rubio y se quedó en silencio unos largos minutos, siendo entrenos para Marcos.
El chico suponiendo que querría escuchar lo que pasó suspiro, necesitaba contárselo a alguien y que mejor que Jhon el carismático hombre que consideraba como un segundo padre.

—Señor Meller, le falle a mi padre, el no se esperaba lo que le conté, lo desepcione... Pero... No puedo dejar de amar a ese hombre...

Marcos no resistió más y callo en llanto, el jamás se había puesto a llorar frente a una persona, pero en esta ocasión no le importó hacerlo. El barbudo entendió por fin porque su hijo se veía tan feliz todos los días, por qué estaba tan alegre, tan protector y tranquilo.
Porque como Marcos, este estaba enamorado, perdido en la mirada de una persona única y hermosa...
Ahora entendía, su hijo era feliz, a él no le importaba si era un hombre, una mujer o cualquier otra persona, el quería a su hijo y debía amar y quererlo incondicionalmente, eso era ser un padre, una familia.