"#23"

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¡¡MARATÓN!!

—una última pregunta Zak.

El lobo miro curioso al pequeño mientras asentía.

—¿Por que Ethan s-se puso de esa manera hoy?.

Pregunto el pecoso quién veía sus manos avergonzado por la pregunta anterior.

//—Eso es algo que nos pasa a los lobos cada cierto tiempo, lo llamamos "celo", lo betas como yo no nos preocupamos por eso ya que a nosotros no nos da al igual que los deltas, a los alfas como Ethan y a los omegas si, exceptuando que a los alfas les da cada 4 meses aproximadamente y a los omegas cada 2 meses. Supongo que su celo se le adelanto por tu vista, además Ethan es un alfa de lineage puro por lo que tal vez fue razonable que se le adelantará.//

Respondió chistoso el chico quién se volvió a transformar en un humano.

—Ahora que ya lo sabes, debes de retirarte, Ethan aún está en celo y tu olor está por toda la habitación, además ya es algo tarde.

Le aclaro amablemente el castaño mientras ayudaba con las cosas del más pequeño.

—Gracias por decirme todo Zak .

Admitió el pequeño quién abrazo al castaño sorprendiendo a los dos por lo repentino que fue, aunque esto no impidió que el lobo le regalara una tierna sonrisa.

El pelirrojo se encaminó a su casa con los pensamientos revueltos.

Era el alma gemela de un lobo el cual está en celo y para rematar era un alfa de lineage puro, ¡genial! Se sentía como ganar la lotería sin tener idea de que habías participado, simplemente, sorprendente.

Cuando entro a su casa lo encontró todo oscuro así que prendió la luz en silencio y se encontró con sus padres mirándolo con una mirada de enojó.

—¿Dónde estaba usted señorito?

Pregunto enojado el pelirrojo de mayor edad quien desde lenguas se le veía enojado por lo tarde que era.

—E-es que mi amigo m-me invito a comer y p-por eso llegué más tarde de lo pensado, p-perdón—Mintió nerviosamente el pecoso mientras bajaba la mirada—

—Ah... Cariño, no me molesta que vayas con tus amigos, pero para la próxima llámame para que esté pendiente.

Le aclaro la pequeña mujer mientras tomaba de los hombros a su hijo más pequeño.

—Si mamá, lo prometo y lamento preocuparlos.

Aclaro el pecoso, se sentía mal por mentirle a sus padres, pero hasta saber un poco más sobre los hombres lobo, no les diría nada.

Subió a su habitación y tomo uno de sus tantos libros, pero dejo de leerlo frustrado luego de unos minutos ya que no podía leer ni una hoja, ya que en su mente solo pensaba en el hermoso chico de ojos azules.

Apagó las luces y serró los ojos, y lo último que pensó fue en el rostro dormido de su ahora mate...

¡¿Mi mate, un lobo?!Where stories live. Discover now