¡¿Mi mate, un lobo?!

"#30 Bonus"

Cuando los 3 amigos salieron del baño, decidieron llamar al hermano de Cris, diciendo que Jess no se sentía bien.

—Deben agradecer que tome clases de actuación.

Contesto la chica mientras le colgaba el teléfono a Jake y miraba a sus mejores amigos con una sonrisa de oreja a oreja.
Los chicos se rieron un poco y decidieron sentarse en una de las bancas junto a la puerta de entrada.
Un sonido de claxon detuvo su tranquila plática, se encaminaron para llegar al auto, pero a la mitad del camino alguien grito.

—¡Cris!, ¡¡Espera!!.

Su rostro lo decía todo, ¡corre y no te detengas, corre y no te detengas!.
El pelirrojo miro con un gran sonrojo y aterrorizado al chico que corría, y casi como si fuera leopardo se avanzó a la camioneta de su hermano mayor mientras le decía que arrancará.

Cuando todos ya se encontraban dentro del auto, y Ethan a la mitad del camino, todos le gritaban que avanzará, pero este estaba tan alterado y desconcentrado por los gritos que no podía arrancar.
Jessica viendo esto, se exasperó y tiro del asiento hacia atrás de Jake, se sentó en su piernas y con un movimiento rápido arrancó el carro y avanzó rápidamente hacia la casa de los hermanos.

—¡¡¿Me pueden decir que fue eso?!!

Pregunto aun más que enojado Jake mientras se detenía el auto frente a su casa.
Nadie dijo palabra alguna, solo se escuchó el movimiento de Jessica para sentarse en su respectivo asiento.
Estaba más que claro que todos se habían quedado de acuerdo de no decirle nada a Jake, pero viendo las circunstancias, ameritaba el decirle o por lo menos crear una buena mentira, a lo que ellos no tenían ni el tiempo ni la imaginación para hacerlo en ese preciso momento.

Esto no estaba yendo nada bien, les cuento... luego de que bajaron del auto, se encontraron con los padres de los chicos, y la madre decidió hablar sobre el problema de Cris, con todos.

—Les diremos sobre el problema, Cris.

Por lo que ahora se encontraban en un gran mesa redonda, cuatro cabezas pelirrojas, una rubia y otra azul llamativo.
Siendo algo extraño y a la vez gracioso, pero teniendo en cuenta que dos de los pelirrojos no tenían ni la menor idea de lo ablarian y, las otras dos cabezas disparejas se acababan de enterar hace unos pocos minutos, aunque eso no aclaraba todas sus dudas.

Nadie decía palabra alguna, algunos tenían la intención de empezar la conversación pero nada salia de sus bocas.