Entramos por una puerta de metal, Axel entró sin llamar, al parecer ya había venido más veces. Al entrar me sorprendí, no tiene nada que ver lo de fuera con lo de dentro, parece una mansión con un gusto moderno y entorno al negro y gris. Me guió hasta una puerta de cristal, la cual era negra y reflejaba nuestros rostros, por lo que pude ver a Axel suspirar antes de entrar.

- ¿ Podrías aprender a llamar ? - Dijo Nick apuntandonos con un arma, la dejó sobre su mesa de cristal negro también y sonrió al verme - Me alegro que hayas venido - Nos apuntó dos sillones frente a él y su escritorio - Tomar asiento - Axel y yo nos miramos y nos sentamos no muy convencidos.

- ¿ De que querías hablar conmigo ? - Fui al grano.

- Si... - Cogió una carpeta y me la dio. Le miré con una ceja elevada y este me hizo un ademán con la mano - Hace 15 años mis padres murieron dejandome a cargo de mi hermana pequeña, la cual solo tenía 4 años, pero al ser menor, nos separaron - Abrí la carpeta y visualice un papel - Después de tanto tiempo te he vuelto a encontrar - Sonrió.

- P-Positivo... - Tartamudee mirándole en shock - Pero... no puede ser... - Este cogió otras tantas carpetas.

- Hice 10 pruebas, todas positivas, eres de mi misma sangre - Me llevé las manos a la cabeza intentando calmarme e intentar asimilar toda esta información.

- ¿ Entonces... soy adoptada ? - Dije más para mí, que para los presentes. Cogí mi móvil con las manos temblorosas y marqué el número de mi hermano.

- ¡ Fiona ! ¿ Que tal ? - Contestó. Me levanté nerviosa y empecé a caminar de un lado a otro.

- ¿ Soy... adoptada ? - Se quedó en silencio durante unos segundos - ¡ Responde ! - Grité nerviosa con la atenta mirada de Axel y Nick.

- ¿ Quién te lo ha dicho ? - Abrí los ojos sorprendida ante su respuesta.

- ¿ Es verdad ? - Noté como mis ojos se humedecían - ¿¡ Por qué no me lo dijisteis !? ¿¡ Por qué !? - Las lágrimas resbalaron por mis mejillas.

- Fiona, tranquilizate ¿ vale ? - Se le escuchaba nervioso - Mamá y papá me hicieron prometer que no te lo diríamos ya que tus padres eran asesinos... por así decirlo - Me explicó.

- ¿ Asesinos ? - Miré a Nick y este asintió.

- Pero te lo ocultamos por tu bien Fiona. Seguimos siendo tu familia, sigo siendo tu hermano - Cerré los ojos ante tanta presión.

Mi hermoso tormentoWhere stories live. Discover now