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Corrí la cortina de la ducha, el agua logró relajar mi cuerpo. Había estado haciendo unos últimos retoques en un documento que el señor Chadwick me había dejado, bajo mi responsabilidad.

Mi estómago estaba revuelto, no dolía, solo tenía hambre...mucho hambre.

Debía terminar unos trabajos para la universidad y estudiar para el examen de sociología, ni siquiera sabía porque había tomado esa clase, o mejor dicho...porque me la habían otorgado.

Tomé el autobús, que me dejo justo frente al gran edificio privado de apariencia antiguo. ¿Por qué todas las universidades lucen antiguas? ¿Iguales? ¿Será que las construyó el mismo tipo? No lo sabía, tampoco quiero saberlo...debía dejárselo a un historiador, él ha de querer saber eso.

Charlotte y  Vanessa estaban en medio de la cafetería, saboreando sus cafés.

Fui a pedirme un café, como de costumbre...sin leche. Cada día odio más ser intolerante ante la lactosa. Jamás he sabido cómo sabe, cómo sabe el helado, cómo sabe el queso, el café con leche. Aunque debo admitir que la leche, huele horrible.

-Hola. -Saludé a ambas sentándome con ellas en la mesa. -¿Cómo van las cosas?

-Bien. -Responde Ness con una sonrisa.

-Igual. -Dice Charlotte.

-Hmm...Okey.

Al terminar nuestros cafés, cogemos las primeras clases del día. Agradezco haber leído el libro que el maestro de Literatura nos dejó la semana pasada. Ya que, nos hizo muchas preguntas sobre este y, mi mano estuvo casi siempre arriba, para responder a sus preguntas.

-Hola. -Saluda Luke, en cuanto me acerco a él en el campus. -¿Cómo estás?

-Bien, gracias por preguntar... estoy agotada.

-Entiendo, ¿Agotada por qué?

Últimamente no habíamos hablado mucho, pero Luke y Charlotte se llevan muy bien, por lo que suponía que ella le había mencionado algo sobre mi nuevo empleo.

-Ahora trabajo. -Le respondo, el asiente con la cabeza.

-¿En qué?

-Una empresa...

-Oh, suena genial. ¿De qué?

-Debo chequear algunos documentos, hacerles preguntas a los empleados, hacerle saber a mi jefe si hay algún problema en sus casas, familias, vidas por los cuales se sienten así.

-Oh, eso suena genial. Yo también estoy trabajando...solo que no suena tan genial como tu empleo.

-¿Dónde?

-Con mi hermano, los fines de semana. -Responde. -¿Cómo van tus notas?

Noto que no quiere hablar de su empleo, por lo que lo dejo pasar. El me cae muy bien y es tan simpático y agradable de lo que parecía ser cuando lo vi por primera vez. Hemos estado hablando las últimas semanas y, el es alguien increíble.

-Muy bien, he mejorado...por suerte. -Respondo.

-Yo empeore. -Dice y suelta una risita.

-No entiendo, tú eres increíble, ¿Por qué bajaste tus notas?

-Problemas familiares, que no deberían afectarme...pero lo están haciendo.

-¿Quieres hablar sobre eso?

-No...Bueno, sí.

-Adelante...tenemos quince minutos antes de que me vaya a casa. -Le digo. Asiente con la cabeza.

Psychopath. »ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora