1.15

278 27 1
                                    

Sydney no dejaba de moverse y lo único que podía sentir eran náuseas por los repetidos movimientos del avión. Así es, estábamos a unos pocos minutos de aterrizar nuevamente en nuestro hogar dulce hogar y las turbulencias eran de lo peor ya que había tormentas.

Ashton estaba descansando tranquilamente junto a Ian y mi abuela Sally, mientras que yo debía hacer todo lo posible para que nuestra hija menor se durmiera después de casi doce horas de lloriqueos. Pero eso no había sido lo peor, lo peor había sido esperar casi un día entero a que nuestro avión aterrizara.

Pasajeros del vuelo 2287, permanezcan en sus asientos, abrochen sus cinturones y en unos minutos estaremos aterrizando en el aeropuerto Internacional de Sydney, Nueva Gales del sur, Australia. —Una voz habló por los parlantes del avión, dándome algo de alivio. —Muchas gracias por viajar con Qantas, ¡Esperamos que hayan disfrutado de su viaje!

—Fue un viaje de mierda —Una mujer que estaba junto a mí susurró mientras cerraba su revista. —Disculpa por la palabra, pero nunca antes la había pasado tan mal en un simple vuelo.

—Han sido muchas turbulencias —Suspiré, acariciando el cabello de mi hija menor el cuál ahora estaba más largo que anteriormente. —Sydney lo ha pasado de lo peor.

—Al menos tu esposo se ha quedado dormido —El abuelo Gale susurró. — ¿Cómo han sido esas semanas en las Islas Maldivas?

—Algo que nunca olvidaré, ¡Ya extraño ese paraíso! —Me quejé, formando un pequeño puchero en mis labios. —Pero sin dudas que como próximo sitio para vacacionar escogeré el Caribe, ¡Los latinos son geniales!

— ¿Hablas de Puerto Rico o República Dominicana? —Él preguntó mientras yo asentía con mi cabeza.

—Y también de las Bahamas, de Cuba, Ecuador, Colombia —Respondí mientras contaba con mis dedos alguno de los tantos lugares que recordaba. — ¿Brasil forma parte del Caribe? No estoy demasiado segura pero Calum ha estado allí y dijo que es muy bonito, me encantaría visitar Perú, Venezuela, ¿Por qué no Chile? ¡Y Argentina! Ese lugar parece un maldito sueño con sus paisajes.

—No creí que tú conocías tanto sobre geografía —El abuelo Gale rió. —Pero necesitas mucho tiempo de sobra y dinero para viajar por todo el mundo, siendo sincero, deberían aprovechar ahora que los niños son pequeños y uno de ellos debe pagar su boleto... aún son jóvenes, podrían recorrer todo el mundo con el dinero que Ashton gasta en alcohol.

—Primero deberíamos mudarnos a una casa nueva —Solté, sinceramente esa idea se había pasado mucho por mi cabeza en los últimos tres días. —Me encantaría que él y yo pudiéramos mudarnos a una zona más bonita, o a una casa más grande ahora que los niños comienzan a corretear por todas partes y...

—Tienen planeado tener más niños —Mi abuelo me interrumpió. — ¿No es así?

Me encogí de hombros, dejando salir un suspiro. Ambos sabíamos que un niñito más podría modificar la estabilidad que habíamos conseguido como familia, además de que me sentía demasiado joven e irresponsable para ser mamá de otro pequeñito más con el cuidado e interés específico que requería cada niño. No tenía dudas de que Ian iba a ser un chico que se diera a respetar durante su adolescencia o de que Sydney se sentiría segura de sí misma al crecer, pero me preocupaba Ashton. Me preocupaba su autoestima, siempre me había preocupado más por su evolución que por la de los niños. Sé que él puede ser un tanto serio y frío, pero sé que en su interior le preocupa que los chicos no lo quieran de la forma en la que lo espera.

—No —Rápidamente respondí. —No planeamos tener ningún niño más, con dos es suficiente y más que suficiente.

Luego de que nuestro avión despegara todos debimos esperar por nuestro equipaje. Ashton sostenía a Sydney quién finalmente se había quedado dormida, Ian continuaba dormido pero era mi trabajo cargarlo a pesar de que estuviera un poco grandecito. Nuestras maletas se tardaron un poco menos de lo que me esperaba y luego de comprar unas pequeñas cositas en el mercado del aeropuerto, regresamos a nuestro hogar.

Psychopath. »ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora