Quería alargar lo máximo posible el tiempo en el que no me harían preguntas, me encontraba indefensa y no sé si sería capaz de aguantar su interrogatorio pero aquel vaso no me iba a salvar de esta situación.
Apoyé el recipiente encima de la mesa que se encontraba a mi lado y entrelacé los dedos de mis manos sobre mi regazo tratando de calmarme.

-Sakura...- la voz de Kakashi hizo que llevase la mirada hasta ellos.

-¿Sí?- susurré con lentitud.

Kakashi resopló y se peinó hacia atrás, ordenando las ideas que se encontraban en su cabeza.

-¿Qué te pasó? - dijo simplemente mientras apoyaba su nuca en la pared.

-Nada- musité con rapidez.

El silencio se instauró en la sala y observé como Ino jugaba con sus dedos, intranquila.

El que se suponía que era mi maestro me señaló y negó con la cabeza, dejando caer su brazo.

-Lo que te pasó no fue nada Sakura, fue mucho, fue demasiado- habló con un tono precavido. Sabía el transfondo de sus palabras, no se refería simplemente a mi ataque.

Mordí mi labio con nerviosismo y negué con la cabeza, comencé a pensar una respuesta posible, pero nada se cruzaba por mi mente. Pasaron un par de minutos y yo seguía tratando de saber qué decir sin romper ninguna de las reglas de mi padre. No podía responderle a eso.

-Sakura-chan, y-yo lo siento- su voz sonó débil y eso me rompió por dentro.
Dio un par de pasos hacia delante, quedándose cerca de la camilla- Yo... Nunca quise decir eso, no desearía a nada de lo que te dije, lo juro. No sé lo que es estar en tu situación pero sé que es pasar por la exclusión... - su mirada llegó hasta el suelo y su ceño se frunció con preocupación y dolor- Y sé que es completamente horrible... Horrible, doloroso...

-Naruto... Basta- dije a lo bajo, deseado que se callase. Sus palabras provocaban que mi interior se quejase. No podía seguir observando su dolor, no cuando se estaba torturando por algo que me había hecho.

-Sakura-chan, no era yo, la rabia me invadió... Sabes que tengo ese problema- llevó inconscientemente la mano hasta su barriga- No lo controlo aún del todo... Sólo te puedo pedir perdón, espero que puedas perdonarme. No tengo excusa para lo que te hice, lo siento- dejó caer su mano y alzó la mirada hasta mí, sus ojos se encontraban cristalizados y su voz entrecortada.

Mis planes se derrumbaron.

¿Cómo decirle que no le perdonaba?

¿Cómo hacerle tal clase de daño?

No podía, era demasiado...

No sería capaz.

Temblé con lentitud y apreté las sábanas con fuerza rindiéndome ante la situación. En mi estado no aguantaría destrozarle, no aguantaría herirle, no aguantaría verle llorar. Acabaría superándolo pero no sería yo la que le haría pasar por tal situación. ¡Él no era un monstruo!

-Naruto... -negué con lentitud y le miré- no pasa nada- las palabras brotaron de mí en un susurro derrotado pero decido, con un fondo dulce que permití, por una vez, que resonase al fondo de mi garganta.

Su mirada se iluminó y se lanzó hacia mí dándome un fuerte abrazo, respiré su aroma y hundí mi rostro en su pecho, sintiendo la tranquilidad que había añorado durante largo tiempo.
Después de un tiempo se separó e Ino se acercó a él, dándole un par de palmadas en la espalda con una pequeña sonrisa.

Sola Where stories live. Discover now