―¿Cuál es tu reto? ―pregunto al bajar del coche.

Esta noche es nuestra.

Nuestros amigos últimamente están con sus propios problemas amorosos y no les apetecía formar parte de nuestras locuras.

Me limito a observar el lugar. Es de noche y hemos venido al final del paseo marítimo donde hay muchos restaurantes y atracciones. También bares de ambiente joven con mucha gente fumando alrededor.

Una vez termino de inspeccionarlo todo, dirijo una mirada interrogante al castaño. Aún sigo esperando su reto.

―No sé si decirlo ―suspira, y eso solo hace que aumente mi curiosidad.

―¿Te estás echando atrás? ―cuestiono.

Se le ilumina la mirada cuando digo esas cuatro palabras.

—No sé si estarás a la altura ―sonríe burlón.

―¿Qué no? ―cuestiono―. Ya te digo yo a ti que sí.

―Tendrás que demostrarlo ―se encoge de hombros, sin dejar de sonreír.

―Lo haré cuando me digas lo que tienes en mente.

―Esta noche tendrás que ligar, pero en un terreno diferente ―chasquea la lengua―, con una chica.

Parpadeo al escuchar su reto.

No tengo ningún problema en intentar ligar con una chica, el problema es que no me equivoque al elegir.

Se avecina ridículo máximo

―¿Aceptas? ―inquiere él al ver que dudo.

―Si ligo con una chica esta noche tú haces lo mismo con un chico.

―Acepto ―sonríe con malicia.

Me alejo un poco de Pablo y empiezo  a caminar por la feria. Me acerco al primer grupo de chicas que visualizo y, a pesar de que me parecen muy simpáticas, ninguna me da vibras de bisexual o lesbiana. Así que, tras intercambiar el instagram con algunas, sigo a lo mío.

Lo cierto es que mi radar está bastante atrofiado en este campo.

Y no voy a preguntarle a cada chica por sus intereses porque no tengo la suficiente confianza y no sé cómo reaccionarían.

En el segundo grupo de chicas creo que tengo un poco más de suerte. Lo cierto es que todas son guapísimas, pero hay una chica rubia de ojos azules que me transmite ciertas vibras. El plan se va a la mierda cuando veo que besa a otra chica del grupo y, al hacerme saber que son exclusivas, me retiro.

¿Lo difícil que es ligar con una chica? Socorro, no tengo ni idea.

Hago una mueca cuando las chicas se despiden de mí y se adentran en uno de los bares. Suspiro y me giro a mirar a Pablo, que se está riendo.

Idiota

Cuando creo que no me queda otra que rendirme, pruebo suerte en el tercer grupo.

Dicen que a la tercera va la vencida, ¿no?

Hablo con una de las chicas que más me llama la atención. Estoy segura de que no me equivoco a pesar de que mis habilidades en este campo sean nefastas. Sus amigas me observan con desconfianza, asegurando que parezco heterosexual.

—Está feo eso de tener un estereotipo establecido, eh —les digo.

—No es por tu apariencia como tal —me contesta la chica que ha llamado mi atención—. Es más por las vibras que desprendes. Te prometo que mi radar nunca me falla y tú gritas "soy hetero" por todos tus poros.

Atrévete ConmigoWhere stories live. Discover now