Capítulo 3

11.8K 799 174
                                    

Andrea

Llegamos a Valencia tras una hora más de Viaje. Las chicas y yo cogemos nuestras cosas y nos dirigimos a nuestro apartamento, por el camino observamos que el edificio es muy grande, como una urbanización. Cuando entramos en nuestro apartamento vemos que es bastante amplio. Tiene cuatro habitaciones, un baño, cocina, salón y terraza desde la que se ve la piscina y detrás, la playa.

― ¡Chicas esto es una pasada! ―exclama Paula.

―Seguro que tiene que haber chicos guapos en este edificio ―añade Sofía, saliendo a la terraza a mirar si ve algún chico guapo asomado en alguna terraza.

―Desde luego no pierdes el tiempo, no ―ríe Paula.

―Yo sí sé de una que no ha perdido el tiempo ―canturrea Valeria, mirándome.

Las chicas me miran. Miro a Val y al ver que no tengo escapatoria empiezo a contarles el encontronazo con el chico de la gasolinera.

― ¡Qué jefa! ―ríe Sofía―. Encima estaba bueno, pobrecillo habrás herido su queridísimo ego.

―Uy sí, qué pena ―río yo.

― No me parece justo, ¿me he perdido al primer ligue de Andrea? ―Sofi hace un puchero.

―Bueno, no estaba solo ―añado, mirando a Val de manera cómplice.

Sé que se muere de ganas por contarlo. A diferencia de mí, a ella le encanta ser el centro de atención.

―Sí, la verdad es que su amigo estaba muy bueno. Pero bueno, no vamos a volver a verlos así que da igual, anda que no veremos chicos guapos por aquí ―añade ella.

Si os soy sincera apenas recuerdo la cara del amigo, pero no me apetece seguir hablando de mí así que me parece un buen tema para desviar la conversación.

― ¡Esa es! ―exclama Paula―. A tope este verano chicas, vamos a disfrutarlo como nunca.


Pasamos los dos primeros días aprovechando para desconectar, librándonos del estrés que traíamos de Madrid. Por las mañanas vamos a la playa, por las tardes a la piscina y por las noches salimos a tomar unas copas en algún bar de la zona.

Hoy por la tarde, Val y yo estamos tiradas en el sofá esperando a Sofía y Paula. Resulta que les había tocado ir al supermercado en un sorteo que habíamos hecho.

Escuchamos que la puerta del apartamento se abre y aparecen nuestras amigas con bolsas en las manos.

―Chicas, hemos oído que hoy hay fiesta en la playa ―nos dice Sofía, dejando las bolsas sobre la mesa de la cocina.

―¿Cómo os habéis enterado? ―río yo, mirándolas, estas dos siempre se enteran de todo.

―Estábamos en la cola del supermercado y hemos oído a unas chicas hablar de ello ―nos explica Sofía.

― ¿Vamos a ir, no? ―pregunta Paula.

―La duda ofende ―respondo yo ―. A eso hemos venido, ¿no?

―La vamos a liar ―añade Valeria,  haciendo que todas sonriamos.

Pasamos el resto de la tarde hablando, ayudándonos las unas a las a elegir el conjunto ideal. Después de elegir, cenamos algo contundente para aguantar la primera noche. Cuando terminamos, me dirijo a mi habitación. Yo había optado por unos shorts vaqueros de tiro alto y un top negro. Aliso mi pelo castaño y lo dejo suelto. Después, me aplico un poco de rímel  en las pestañas para dar profundidad a mi mirada.

Salgo de la habitación y me encuentro con mis amigas. La verdad es que todas estamos guapísimas.

―Madre mía chicas estamos tremendas ―comenta Valeria, haciéndonos reír a todas.

Atrévete ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora