XIII

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-Nico- llamó Cass a su amigo, mirando con preocupación la espesa cubierta de árboles y arbustos alrededor de la calle que recorrían -Necesito algo-

-Espera a mi señal- respondió éste, su voz monótona por los efectos de la radio -Ya estamos cerca... o al menos eso dice Camily-

-Te puedo oír tío- dijo la vocecilla de la niña, filtrándose por la radio y llegando a los oídos de Cass -Y yo sé lo que vi. Sé dónde está la casa-

-Si tú lo dices- le replicó Nico y, por el tono que adquiría su voz, Cass supuso que estaba echando a Camily -Según lo que me dijo... debemos estar a poco más de doscientos metros-

-No suenas seguro- recalcó Cass, notando la pausa que su amigo hacía al dar la indicación.

-Es una niña telépata de once años- respondió Nico -¿Acaso podemos estar seguros?-

-Es un buen punto- le dijo Cass, silenciándose después.

Sam y Celeste. La primera nave que perduraba. La sombra extraña, de los rayos azules. No podía ser una coincidencia. Había algo más tras esos eventos.

Las teorías se aglomeraron en su cabeza. La mayoría, tras el relato que sus hijas y Lyra le habían contado, se relacionaban de una u otra manera a la Zona Fantasma. Tenía ganas de conocer el sitio. Por lo que tenía entendido, se trataba de una dimensión paralela en un sistema completo que Angella había inventado. Al principio le había parecido una locura, pero la inteligencia enseguida se mostró como un fuerte en su hija. Su teoría tenía pleno sentido, y a la vez explicaba los saltos que dieron antes de lograr volver a la realidad por completo.

Sin embargo, descartó la mayoría. Sí, era cierto que habían visto la borrosa imagen de un Espectro en la cabina de una de las naves en una de las tomas que consiguieron, pero no lograba ver la manera en la que la dimensión entera se viera involucrada. Antes de poder prolongar su idea, la voz de Mariella hizo su aparición en la línea, deshaciendo sus pensamientos.

-¿Nico?- preguntó -¿Tienes visual de la nave?-

-No- respondió éste casi de inmediato -Voy muy bajo. No quiero ser el que reciba el primer golpe-

-¿Liz?- interrumpió Anna, dirigiéndose a quien estaba al volante de su vehículo radar -¿Algo?-

-Sin cámaras por aquí- respondió Liz, resaltando el problema al que se enfrentaba -Nada que pueda...-

-Esperen- interrumpió Camily, su vocecilla apareciendo de manera repentina -Algo se acerca... son dos... ¡Cass!-

La visión golpeó a Cass unos segundos antes de hacerse realidad, haciéndole virar apenas en el momento en que los árboles a su derecha desaparecieron.

-¡¿Qué demonios?!- gritó, al tiempo que el sonido de frenos chirriando contra el asfalto se hacía ensordecedor a su alrededor.

• • •

Las dos presencias aparecieron de golpe en la mente de Camily, y por un momento se preguntó si las acababa de inventar. Se dió cuenta enseguida que no era el caso. Dirigió su ojo mental a la hilera que conformaba la caravana que en el momento se desplazaba en la aislada carretera, y fue ahí que vió lo que podía llegar a pasar.

Una colisión.

-Esperen- interrumpió la conversación en curso, fijándose en quien lideraba el convoy -Algo se acerca... son dos... ¡Cass!-

Se concentró en su mapa mental de inmediato, un ansia repentina apoderándose de su cuerpo. Tenía miedo de lo que podía llegar a suceder, pero al mismo tiempo no podía quedarse apartada. Vió como Cass viraba apenas las dos personas que había rastreado aparecían frente a él, iniciando una reacción en cadena con el resto del convoy.

Noxus: El Linaje PerdidoWhere stories live. Discover now