Capítulo LI*

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|Capítulo 51|
- Maratón -

Estaba más que mareada, Azlin había mandado algo realmente asqueroso y pegajoso. Casi me tengo arcadas con solo el olor, me tapé la nariz y lo ingerí sin importar el sabor nauseabundo. Todo gracias al hechizo extraño de Delphine.

- ¿Estás mejor, Katie? - Preguntó Vlad.

- Ujum. - Trataré de recordar que jamás debo volver a ver los ojos de la bruja Petrova.

Me recargué con una mano en la pared cerrando los ojos, después suspiré para abrirlos y notar como Jeremiah y Vlad me veían preocupados.

- Vamos, - Los dos corrieron hacia las escaleras y yo me obligué a hacerlo. Mis padres estaban en un jet privado con Alek, Gwen y unos cuantos hombres de confianza a un rumbo que todos  desconocían, sólo ellos lo sabían en modo de precaución.

Andrei seguía libre y teníamos que estar muy atentos para notar rápidamente su siguiente movimiento. Francesca se había encargado de Delphine y de la inesperada Mina; aún no salía del asombro de como fue posible que ella esté en el cuerpo de Selena cuando todos la daban por muerta y sin retorno al mundo de los vivos.

El hotel tenía diez pisos y mi hermano tenía que estar en el último, mala suerte eso de que el elevador estuviera en reparación hasta las 10 de la mañana. Cuando estaba en el sexto piso, creo yo, ellos ya estaban bajando junto con mi hermano.

- Debí de quedarme esperando junto con Yahanna. - Dije respirando de forma agitada.

Bajamos ésta vez más rápido, no fui la última ya que en el tercer piso Vlad me cargó y bajó rápidamente. Como envidio su rapidez.

- ¿Qué sucedió? ¿Y Selena? ¿Mis padres? - Empezó a cuestionar mi hermano. Entramos a la camioneta con Jeremiah de piloto y Vlad de copiloto. Yahanna, mi hermano y yo atrás. - Katie...

- Nuestros padres están muy lejos de aquí, - Respondí. -, y tu novia loca no está lo suficientemente lejos.

- ¿Eso que significa?

- Te explicaremos luego, ahora no tenemos tiempo. - Interrumpió Jeremiah.

Llegamos a la casa de los Bellami, Jeremiah mal estacionó la camioneta y todos bajamos excepto él. Seguí a Vlad esperando que Liam haga lo mismo.

Bajamos unas escaleras, abrió una puerta de madera y un olor a humedad fue lo que nos recibió.

- Tomen esto. - Nos dio una daga a cada quién y un par de collares con una piedra como dije de distinto color, yo tomé el rosa y mi hermano el amarillo. - Sólo en caso de que esto se ponga peor, solamente podemos confiar en pocas personas. Olvídense de creerle a Maxwell y Selena.

- ¿Selena?

- Ella tiene mucho que ver con los Petrov. - Dijo duramente Yahanna.

Tomó otras cosas, principalmente frascos y papeles, que mi hermano y yo le ayudamos a llevar para salir de la mansión y volver a partir al calabozo dónde los demás estaban. Yahanna solamente llevaba un libro bastante grande y pesado, Vlad no cuestionó porqué lo llevaba así que supuse que era importante.

- Maxwell no contesta.

- ¿Y te sorprende, Jeremiah? - Preguntó burlonamente Vlad. - Es un traidor, es probable que le haya sonado tentador tomar mi puesto. - Suspiró.

- J, ve por la carretera no por el atajo. - Musitó Yahanna.

- Sé lo que estoy haciendo, hermana. No tenemos tanto tiempo y lo sabes. - Nadie dijo nada, todos sabíamos que el principal enemigo, o aliado para otros, era el tiempo.

La Mujer de Drácula #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora