XIII. Dudas.

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La cena había sido en silencio.

Azlin, Gwen y Alek eran los únicos presentes. Éste último pocas veces lo había visto.

- Katie. - Rompió Gwen el silencio al momento que me iba a retirar. - Es momento de hablar, todos los presentes estamos dispuestos a ayudarte y resolver tus dudas. - Eso me dejó estupefacta.

- Fui contra la voluntad de mi señor para advertirle de que se alejara de aquí y ese collar. - Comentó Alek. - Está muy mal lo que está haciendo, un alma gemela debe ser tratada de la mejor manera, somos seres oscuros que solo nuestra mitad puede cambiarnos.

- Comienza con tus dudas. - Pidió Azlin.

Ceece se llevó los platos y demás del personal, esperé a que se fueran aprovechando la oportunidad de decidir que preguntar o que decir.

- ¿Puedo confiar totalmente en ustedes? - Pregunté involuntariamente.

- Claro, Katie. - Respondió Gwen tomando la mano de Alek entre las suyas. - Estamos en contra de Vlad, pero Azlin logró convencernos que no podíamos ser castigados.

- ¿Castigados? ¿¡Podían ser castigados por ayudarme!? - Pregunté atónita.

Gwen asintió lentamente.

- Somos vampiros, Vlad prácticamente es la imagen pública de nuestra especie y debemos rendir cuentas, tenemos reglas para conservar todo en paz. Si mostramos desobediencia seríamos castigados de alguna forma, pero tú siendo su alma gemela tienes el derecho de decidir, si pides algo, debemos hacerlo. Eres como nuestra reina. - Explicó.

- Eres reconocida como su mitad ante nosotros, así que no hay problema. - Completó Alek.

Eso si que era nuevo. No podía creer que fuera... una clase de reina para ellos. No me sentía así, ni siquiera quería estar aquí.

- Está bien... - Susurré anonadada. - Eh, ¿por qué reencarné? - Pregunté confundida y Azlin soltó una risita.

- Eso no podríamos saberlo.

- Tú sí. - Repliqué. - Se lo dijiste a Vlad, le dijiste que volvería hace años atrás, hace más de un siglo.

Azlin juntó sus manos, miró de reojo a Gwen.

- Lo sabía, pero no el porqué. - Aclaró. - Veo el futuro de acuerdo a la decisiones que poco a poco toman las personas. Puede cambiar, aunque otras cosas no. Una cosas son imposibles de cambiar, como saber que reencarnarías.

- ¿Y Mina? - Pregunté dudativa. - ¿Quién más de esa época volvió? ¿Sólo yo?

Un silencio.

- No. - Ésta vez, contestó Alek levantándose de su asiento. - Tú hermano igual, es sorprendente. - Admitió y casi mis ojos se salen al escuchar eso.

- Ejem, hay algunas almas que no vuelven por que no lo merecen, ya no tienen un objetivo. Muchas quizás volvieron, sólo sé sobre ti ya que eras muy cercana a mí. Yo no conozco a tu hermano.

- Pero Alek sí... - Susurré. - ¿Quién era?¿Cómo puede ser posible? Dime que nada tiene que ver aquí. - No soportaría saber que podría involucrarse en ésta vida.

- Su nombre, su nombre... Creo que Dante. Era cercano a ti, no me acuerdo de él mucho que digamos. - Respondió. - No lo sé. Sigamos con tus dudas.

- ¿Hay una manera de dejar de ser la mitad de Vlad?

Azlin miró a Gwen, Gwen a mí y Alek se sentó de nuevo.

- No. - Respondió Azlin. - Vlad... lo ha intentado, pero Mina nunca podrá volver y tú siempre serás su mitad. Los dos están destinados.

- Si él hubiera sido humano, en ésta vida se hubieran encontrado y hubieran terminado juntos. Es el destino, al final terminarían una y otra vez juntos. - Gwen completó.

Eso no era alentador, yo siempre sería una parte de Vlad Tepes, no quería eso... pero pensar en tener una vida normal donde él y yo estemos juntos...

Agité mi cabeza y culpé a mi confusión de pensamientos y sueños de Irina.

- ¿Me ayudarán a escapar? - Pregunté frunciendo el ceño. - Hablé con mi papá, yo soy buena con mentir pero no quiero hacerlo, no cuando de verdad yo también quiero volver a mi vida normal.

- Tu vida nunca será normal, lo siento, Katie. - Murmuró Gwen. - Sabes de nosotros, sabes quién es Vlad y debo decir que es capaz de todo por ti.

- ¿Porqué? - Pregunté entrecerrando los ojos. - ¿Por qué se empeña en acabar conmigo? Es que lleva siglos viviendo sin mi sangre, sin mí y él... él solo ha tratado de acabarme. - Mascullé lo último. - No tiene sentido, por que si intenta que termina jodidamente enamorada, primero me lanzaría de una ventana antes que amar a un monstruo como él. Y no exactamente por ser un vampiro, él es un monstruo de aquellos que no me refiero a una especie, sino a elección. Irina lo recuerda muy distinto a lo que yo descubro sobre él y eso confunde mi mente.

- Porque él no es el mismo de hace años. - Murmuró Gwen negando con la cabeza lentamente. - Ha tenido amantes, humanas o vampiros, viajado por varios lugares del mundo, poco a poco su humanidad la evaporó. Asesinó, castigó y se hizo el primer vampiro existente.

- ¿Existente? - Pregunté frunciendo el ceño. - O sea...

- No sabemos su nombre, pero se auto llamaba Bastardo, - muy original. - Era tan maligno, realmente era como ver al diablo en persona... él convirtió a Vlad en vampiro. La especie "nació", ya que el primero era un demonio, Vlad fue un convertido pero a la vez ser directamente creado por... umh, el bastardo, su fuerza, velocidad y especialidades son mucho mejores que cualquier vampiro. - Azlin miraba la mesa frunciendo el ceño. - No seas muy dura, en serio que pasó por varias cosas...

- Alto. - La interrumpi. - Yo no pedí ser secuestrada, ni ser su saco de sangre. ¿y yo debo entenderlo? ¿Yo soy dura con él? - Cuestioné sin creerlo. - Es magnífico. - Dije con sarcasmo.

Me levanté arrastrando la silla.

Ahora estaba molesta. Realmente no sé si me estaba ahogando en un vaso de agua o era muy complicado toda ésta situación.

Al final debía ser fiel a mi misma, a mi plan... huir de este mundo que ignoré durante varios años. Yo no pertenecía a este mundo, Gwen, Alek y Azlin estaban equivocados.

Me estaba hartando.

Era humana, sí. Pero no lo suficientemente idiota para quedarme aquí y aguantar a alguien que no me quiere.

Me fui sin ser detenida, y lo agradecía, hasta parar enfrente de una puerta de madera. La biblioteca.

Por alguna razón, estaba segura que ésta puerta te llevaba a la biblioteca y quizás a muchas respuestas de las preguntas que tenía, después regresaría a leer las demás cartas. Encontrar demás cosas por espalda de todos lo que viven o vienen a este castillo. El castillo de Drácula.

No me quedaría con los brazos cruzados.





Tengo demasiados proyectos y tareas importantes de mi último parcial del semestre:(, no quiero dejar de escribir por unas semanas... pero no prometo subir en este mes nuevamente o a principios del otro. Intentaré, pero realmente son muy importantes mis calificaciones y pronto (en Junio) salgo de vacaciones y tendré tiempo de sobra (Hasta Septiembre 1) para escribir y publicar.
De verdad me gustaría que comentaran algo:(, o dar en la ☆. No cuesta nada, los quiero💘.

Keish😽.

La Mujer de Drácula #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora