No debió salir al jardín

Capítulo 12: Ciega

-Buenos días señora Baker-dijo Suzanne con un tono cortes y alegre.

-Buenos días-dijo Sofía muy somnolienta.

Bajaron April y Mónica para desayunar, cuando acabaron se fueron. Suzanne no esperó a que Sofía le ordenara que se cambiara el pijama, simplemente subió en cuanto y cerró la puerta para poder cambiarse a gusto.

-¿Qué voy a hacer hoy señora Baker?-preguntó Suzanne todavía alegre.

-No lo sé, ¿En verdad quieres hacer algo?-dijo Sofía con su tono juguetón aunque este podía tomarse como un poco seductor.

-No-dijo Suzanne con una cara sorprendida.

-Entonces ve a tu cuarto ya mañana veré que hacer contigo-Sofía se disponía a salir del cuarto cuando de repente recordó algo-Ah, y antes de que se me olvide parece ser que este fin de semana estaremos tú y yo solas-dijo con una sonrisa.

-¡¿Qué?!, ¿Porqué?-grito Suzanne espantada.

-Las chicas van a ir a visitar a mi suegra.

-¿Y por qué no vas con ellas?

-Porque la mamá de mi esposa como era de esperarse me odia, supongo porque soy un poco pecaminosa-dijo Sofía con un tono arrogante.

-¿Poco?-dijo Suzanne con un tono sarcástico.

-¿Qué quieres limpiar?, ¿Ó porqué estas aquí todavía?

Suzanne se fue a su cuarto a leer uno de los libros que había traído de su casa porque ya no hallaba que hacer.

Pronto llegaron April y Mónica sólo para cambiarse. Una vez que se fueron Sofía se acercó a Suzanne y la tomó por el brazo.

-¿Disfrutaste tu libro?

-Mucho-dijo Suzanne quitándose el brazo de encima.

-Tampoco tienes que ser tan brusca-dijo Sofía con una sonrisa en la cara.

-Mira quién habla, la que lanza raquetas.

-Uh, creo que alguien esta de mal humor-dijo Sofía con un tono emocionado mientras agarraba por los hombros a Suzanne.

-Si-dijo Suzanne volviéndola a quitar

-Entonces ve a tu cuarto.

-Si señora Baker.

-Niña engreida-dijo Sofía mientras se dirigía a su cuarto.

Suzanne salió ignorando lo último que dijo, por fin pudo acostarse en su cama para dormir, de repente sonó el teléfono y escuchó a Sofía contestarlo, no sabía que decía pero no sonaba bien porque Sofía estaba llorando. Sólo pensaba que tal vez se lo merecía pero después decidió ir a preguntarle qué había pasado. Entró a la habitación de Sofía y la encontró buscando cosas en los cajones.

-¿Qué pasó?- preguntó Suzanne.

-Nada que te importe-contestó Sofía mientras seguía buscando en los cajones.

-¿Qué buscas?

-Las llaves del auto, ¿No las has visto?

-No, ¿Para que las quieres?

-Para hacer limonada-dijo Sofía con un tono sarcástico.

-¿Por qué quieres ir en el auto?

-¡Como preguntas cosas, pero está bien te contestare! ¡A April le cayó algo en los ojos que no saben qué es!

Suzanne no sabía qué hacer por un lado quería decirle que eso le pasaba por lo que le hizo pero por el otro sentía lastima por ella. Podía que esa mujer la odiara pero ella no quería que estuviera tan deshecha como en ese momento. Así que se puso a buscar las llaves junto con ella.