SPD New York

Capítulo 12

Una semana después de la explosión por fin habían podido volver al trabajo. El despacho no estaba aún operativo al 100%, pero al menos tenían mesas y ordenadores para poder trabajar. Sarah y Dennis estarían de baja al menos dos semanas más, al igual que muchos compañeros de la comisaría, por lo que tenían que responder avisos de los que normalmente no se encargarían. Drake y Anderson habían salido por un altercado doméstico nada más empezar el turno de mañana, en un barrio a apenas 5 minutos de su lugar de trabajo, ni se molestaron en coger el coche. Al llegar los gritos de una mujer se oían desde la calle, por lo que entraron rápidamente en la casa.

-¡Hijo de puta! ¿Cómo ha podido hacerme esto? ¡Y CON MI HERMANA! - escucharon nada más entrar en la casa mientras un jarrón volaba a pocos centímetros de sus cabezas.

-Tranquila señora... - dijo Anderson con los brazos levantados delante de él, protegiéndose por si volvía a lanzar algo. - ¿Qué ha pasado?

-¿Que qué ha pasado? ¡Que ese desagradecido se ha acostado con mi hermana, después de todo lo que he hecho por el! ¿Así me paga doce años de matrimonio siendo una buena esposa?

-Cálmese señora, estamos aquí para ayudar, lo primero que va a hacer es soltar ese cuchillo, y entonces podemos hablar tranquilamente.

Mientras Rick calmaba a la mujer como podía, Nathan se acercó al hombre, vestido de mensajero, que se escondió detrás de ellos en cuanto llegaron.

-¡Esta mujer está como una cabra! Quiero poner una denuncia por agresión, en cuanto la he entregado una carta certificada se ha vuelto loca y ¡ha empezado a tirarme cosas!

-Señor, cálmese por favor, y dígame su nombre.

-Robert, Robert Smith.

-Bien señor Smith, ¿Qué ha ocurrido?

-¡Ya se lo he dicho! ¿Es que no me escucha? ¡Está loca!

Drake le miró fijamente y con el ceño fruncido, esperando. Segundos después el señor empezó a hablar.

-Bien, eh... Hace unos minutos llamé al timbre, tenía que entregar una carta certificada a la señora Campbell. La abrió para leerla y antes de firmarme el recibo se puso como loca y empezó a gritarme y a tirar cosas. Por suerte algún vecino ha oído el jaleo y les ha llamado, si no, no sé cómo hubiera acabado esto...

-¿Por qué no se ha marchado en cuanto la mujer se ha puesto agresiva?

-Tenía que firmar el recibo, no se imagina cómo se pone mi jefe si alguna vez nos saltamos alguna regla...

-De acuerdo, no se preocupe, estamos aquí para ayud...

Antes de terminar la frase, oyeron un estrépito detrás de ellos, y al girarse vieron que la señora Campbell había atacado a Rick con el cuchillo en la mano, aunque por suerte había podido esquivarla y en esos momentos la sujetaba boca abajo contra el suelo, con las manos en la espalda y el arma a un par de metros.

-¿Estás bien? – preguntó Drake preocupado

-Sí, no te preocupes, todo controlado. De acuerdo señora – dijo mientras la ayudaba a levantarse y la esposaba. – Se viene con nosotros a comisaría.

-¡No pueden detenerme! ¡Esto es culpa de mi marido, cuando lo coja le voy a matar, lo juro!

Anderson la sacó de allí entre gritos, mientras Nate informaba al señor Smith de los pasos que tenía que seguir si quería poner una denuncia de agresión contra la mujer.

-Creo que no lo haré, bastante tiene con lo del marido...

-De acuerdo, aunque necesito su dirección y su teléfono para llamarle en caso de que tenga que declarar.