Siénteme: parte LXIII

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Alexander veía disimuladamente como JungKook, en la sala, miraba con molestia sus dibujos y no entendía por qué. Para él estaban perfectos, no por nada pasó disimuladamente cerca del menor para ver a qué le tenía tanto odio.

Por un momento pensó que estaba molesto porque se había trabado con el proyecto de fin de año, pero lo había dudado, el omega se veía bastante motivado cuando se trataba de eso, desde hacía dos semanas (cuando volvió de su salida nocturna con Seok Jin) parecía concentrarse demasiado en su obra.

Por eso ahora no entendía qué hacía viendo con odio los dibujos que había hecho del alfa en vez de estar trabajando en su obra. Pensó que se había tomado un descanso...aunque no era su idea de descanso ver algo con odio.

-¿Y si vas a preguntar, cielo?-preguntó NamJoon a sus espaldas abrazándolo de la cintura.

-¿Quién dice que quiero saber el motivo por el cual está así?

-Se te nota, no dejas de mirarlo desde que lo descubriste mirando sus dibujos.-susurró cerca de su oído-ve, quizás necesite de tu ayuda.

-¿Tú crees?

-Claro, además me intriga el motivo por el cual está así.

-Curioso-le pellizcó la mano que tenía sobre su vientre-pero yo también lo soy, así que iré a averiguar.

-Ese es mi omega.-tras un beso en la nuca, Nam lo liberó.

Con un golpe suave y juguetón, el mayor caminó hasta sentarse en el sillón que estaba detrás de Kook, viendo como el chico parecía no darse cuenta de su existencia. Por lo que carraspeó nada disimulado, casi como un motor fallando, sobresaltando al menor.

-Alex, me asustaste.

-Lo siento little, pero me da curiosidad la razón por la que miras con tanto odio esos bellos dibujos. Digo, están perfectos y son de Jin, ¿Por qué pareces tan enojado al verlos?

Kook miró hacia un costado, considerando si debía confesar su duda pero ¿Quién mejor que Alexander para ayudarlo?

-Alex ¿puedes ayudarme con algo?

-Claro, dime en qué necesitas mi ayuda-dijo dudoso ante la actitud algo rara del menor.

-Yo...me gustaría que Jin...que Jin pudiera ver mis dibujos pero...no sé qué hacer, no sé cómo mostrárselos... ¿tienes alguna idea de lo que puedo hacer?

Alex juraba que si no se moría ese día por exceso de ternura y amor, entonces estuvo bastante cerca. Jamás había oído algo tan tierno ni lindo de parte de Kook ni de ningún omega que hubiera conocido antes, su corazón de pollo no aguantaba tanta ternura, de eso estaba seguro.

Pero no podía distraerse en eso, sino en pensar cómo podría ayudar a su amigo. Su mente divagó en sus recuerdos, intentando hallar la forma de ayudar al dulce Kookie que necesitaba de él. No podía defraudarlo. Así que tras un par de minutos una idea llegó a su mente. Levantándose con una gran sonrisa corrió hacia la habitación de NamJoon, ya que la compartían, y rebuscó en sus cosas hasta encontrar algo que le sería útil al menor.

JungKook lo vio volver a los pocos minutos con algo en mano que le extendió y lo agarró, viéndolo desconcertado.

-¿Un punzón?-preguntó analizándolo.

-¿Alguna vez prestaste atención al libro de Jin? El del Principito. Sus dibujos están punteados, de esa forma él los ve. Si punteas el contorno de tus dibujos él podría verlos.

Kook vio con ojos brillantes al mayor, como si le hubiera dado la respuesta exacta que buscaba. Una sonrisa luminosa y un gran abrazo fue lo que recibió Alex por su ayuda.

Siénteme [JINKOOK]Where stories live. Discover now