Siénteme [JINKOOK]

Siénteme: parte XXII

-¡Hyung vino a buscar a JiMinnie!

El pequeño omega saltó a los brazos del alfa en cuanto sintió el aroma a tierra mojada y menta. Amaba sentir ese olor en cuanto salía del colegio. YoonGi era su hyung favorito.

-Minnie, casi me tiras al suelo-dijo el mayor sosteniéndolo de la cintura, alzándolo apenas unos centímetros del suelo, olfateando con deleite el aroma a chocolate y fresas de su omega.

-Muy lindo todo, pero que recuerde yo también vine por ti, JiMinnie.

JiMin sonrió al escuchar la voz de su hermano y se separó del alfa para caminar hacia su hyung guiado por su aroma a vainilla y jazmín para abrazarlo de la cintura con fuerza.

-Lo siento, hyung, JiMinnie no quiso ser malo.

-Ay pequeño ¿cómo puedo enojarme contigo?-revolvió el cabello oscuro de su hermanito-¿Qué te parece si vamos por un helado? Se me antojó uno mientras te esperaba.

-¡Sí!-exclamó JiMin y con su mano buscó la de YoonGi-¿vamos, hyung?

El mayor sonrió y tomó la manito del menor haciéndolo sonreír también.

Los tres salieron del lugar, el omega menor prendido del brazo del único alfa mientras su hermano iba conversando con él de lo que había hecho en el día. El pequeño reía en ocasiones y hacía chistes que sacaban más de una sonora carcajada en HoSeok. Incluso en la heladería no dejaban de hablar y bromear mientras YoonGi se quedaba en silencio, dejando que JiMin lo tomara de la camisa con sus deditos o enredara el brazo con el suyo.

Finalmente, tras un buen momento juntos, el omega mayor tuvo que comunicar.

-Mamá dijo que hoy llegaría temprano para que cenáramos juntos, JiMinnie. Así que despídete de YoonGi, tenemos que ir a casa.

El pequeño asintió antes de estirar sus manos para intentar tomar el rostro del mayor. Este, al ver sus intenciones, se acercó y dejó que los cortos pulgares acariciaran sus mejillas.

-Nos vemos mañana, Yoonie hyung. Que tenga una bonita noche.-su sonrisa, que cerraba sus ojitos y lo hacía ver adorable, hizo sentir a YoonGi la persona más feliz de este mundo.

-Tú también ten una linda noche, Minnie.-con cuidado dejó un beso en la frente del menor.

HoSeok sonrió al ver esa muestra de cariño, deseando poder vivir algo similar junto a su alfa destinado.

Tras las despedidas, ambos hermanos caminaron juntos de la mano, tomando un camino distinto al del alfa quien no vivía muy lejos de su casa. Seguían hablando de temas triviales hasta que llegaron a su hogar, donde en el jardín delantero una alfa esperaba cruzada de brazos.