Siénteme [JINKOOK]

Siénteme: parte XXVII

Era temprano en la mañana y, a pesar de no haber dormido más de cuatro horas, aun así Kook no podía dejar sus responsabilidades, por lo que con unas leves ojeras tuvo que levantarse a desayunar.

A diferencia de otras veces, en esta ocasión NamJoon preparó el desayuno aunque rompió dos tazas y una cuchara. Bien, pudo ser peor.

-Buenos días-dijo con voz rasposa y grave.

-Buenos días, JungKookie.

El alfa, a diferencia suya, parecía de muy buen humor.

Apenas hizo el esfuerzo de sonreirle aunque dudó que le saliera, y se sentó apoyando su frente contra la mesa. Estaba muy cansado y con mil preguntas en su mente. Preguntas sobre Jin, lo que había pasado ayer y lo que le hacía sentir. Preguntas para las cuales no tenía respuestas y de las cuales le gustaría hablar con alguien en ese momento de duda. Necesitaba la opinión de un tercero pero ¿de quién? Con sus padres jamás hablaría de algo así, con los escasos amigos, conocidos en realidad, de la universidad menos. Le quedaba NamJoon...bien, quizás su primo sería útil para algo más que no sea romper cosas.

-Nam-llamó levantando su cabeza.

El mayor lo miró con la taza con café en sus labios.

-¿Pasa algo, JungKookie?

-Yo...necesito que me ayudes con algo-pidió avergonzado con sus manos ocultas entre sus piernas, sus ojos mirando su taza y sus mejillas sonrojadas.

Era adorable.

-Claro, dime qué pasa, JungKookie-pedía amablemente el alfa, haciendo el que no entendía qué le pasaba a su primo.

-Es que...yo...últimamente he pasado mucho tiempo con Jin hyung y...

-¿Y...?

-Y yo...a pesar de que es un alfa y a mí...ya sabes lo que me pasa con los alfas.

-Lo sé, JungKookie. Por favor, prosigue.

-Bien, como te decía he pasado mucho tiempo con hyung y...bueno, no me ha molestado su presencia en lo más mínimo. Incluso en ocasiones soy yo...soy yo...quien lo busca-reconoció en un susurro que el alfa escuchó ocultando su alegría interna.

-¿Qué tiene de malo eso, JungKookie?

-Que...no entiendo por qué me siento tan bien a su lado, no entiendo... Por qué siento esta imperiosa necesidad de estar a su lado. Tú...¿sabes qué me pasa, Nam?