Capitulo 5 - Eldar y el Consejo

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5 - Eldar y el Consejo

Summum lo llevó a través de viejos túneles que corrían serpenteantes por debajo de la ciudad, habían entrado a ellos por una puerta trasera de un viejo edificio que parecía abandonado y que él ni sabía que existía. Tomaron por diferentes corredores apenas iluminados por tubos incandescentes que parpadeaban de vez en cuando, aunque a pesar de la poca iluminación se veía lo suficiente para avanzar sin problemas. Al principio a Eldar le daba la sensación de estar en un laberinto y se preguntó si Summum no se perdería al dar la vuelta en algún recodo y cuando pensaba que no llegarían nunca, desembocaron en una escalera angosta y empinada por la que subieron, lo que a Eldar le parecieron, mil escalones; a pesar de ello no se sentía cansado, por el contrario, estaba como renovado, con una energía altamente reconfortante, aunque sentía latir las runas que llevaba marcadas en el estómago.

Cuando llegaron a la cima de la escalera, ésta se abrió en un amplio corredor bien iluminado de unos tres metros de ancho que terminaba en una puerta de madera maciza, frente a la cual había un hombre corpulento vestido de negro, a manera de guardia. A medida que se iban acercando Eldar pudo notar que en el suelo, frente a la puerta, había una estrella de cinco puntas grabada con bordes dorados y unas inscripciones, que supuso eran una protección, ya había visto esa estrella antes en algún lugar y alguien le había dicho que se usaba como escudo contra los malos espíritus, y relacionándolo con la función del Consejo, supuso que sería lo que pensaba. Cuando estuvieron frente a la puerta el hombre de negro los miró con seriedad y se detuvo en Eldar con un dejo de curiosidad.

_Hola Fran - saludo Summum extendiendo la mano

El hombre le devolvió el gesto y miró a Eldar vacilante y luego de un instante le tendió la mano.

_ Supongo que tu eres ese chico del que hablan

_ Supone bien - dijo Eldar seriamente correspondiendo el saludo

_ Adentro los están esperando - dijo y abrió la puerta sin dejar de observar con curiosidad a

Eldar

Un recinto rectangular de singulares proporciones apareció ante  ellos, estaba lleno de gente que Eldar no conocía pero eso no lo incomodó; todos estaban rodeando una gran mesa rectangular de madera y en su mayoría estaban todos parados, había algunos grupos aislados y todos se encontraban conversando, e incluso pudo notar que algunos discutían acaloradamente aunque en voz baja.

Cuando ellos entraron, inmediatamente  se hizo un silencio de tumba y todos los ojos se clavaron en Eldar. Algunas de las miradas eran de enfado y otras de curiosidad, pero todas estaban dedicadas solamente a él. Summum lo miró y estaba a punto de decirle que no se dejara intimidar por las miradas, pero se  contuvo al  ver  la  expresión de  tranquilidad y frialdad en su mirada, otra vez esa mirada de superioridad que le recordaba a los felinos, entró seguro y erguido caminando lentamente hacia el centro del recinto. A Summum le hizo pensar en los gladiadores que entraban con la cabeza en alto a la arena aún sabiendo que iban a morir, claro que aquí nadie mataría a Eldar, pero en cierta manera era como una presa de un montón de cazadores sedientos por disparar.

Eldar por su lado, sostuvo la mirada de todos los que cruzó mientras avanzaba, con cada paso que daba los que estaban en su camino se corrían para dejarlo pasar aunque eso significara empujar al  de  atrás o  al  del  costado. Del  otro  lado  de  la  mesa, justo en  la cabecera, un hombre mayor de rostro serio, lo miraba con atención, a su lado pudo ver a Alma y del otro lado al tipo que la había sacudido el día anterior, algo en ese hombre no le agradaba y eso hizo que se le tensaran los músculos de los brazos y la mandíbula. Trato de restarle importancia y avanzando entre la gente se cerco hasta Alma, que al tenerlo cerca le dio un abrazo, que supuso era de alivio, al saber que estaba bien después de lo de la noche anterior, Summum que lo seguía de cerca se quedo parado junto a él y le hizo un guiño casi imperceptible a Alma.

Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora