Capítulo 21 - Ordenando el Caos (Parte I)

752 36 2
                                    

5 - Ordenando el caos.

Eldar caminaba junto a Súmmum. Recorrían un largo pasillo subterráneo que los llevó a una bóveda húmeda pero bien iluminada. En algún aspecto a Eldar le recordó a los túneles de Argozz, solo que esta vez eran de hormigón armado en lugar de roca oscura, y estaban iluminados por largos y blancos tubos fluorescentes.

Una puerta de hierro bastante vieja era custodiada por dos guardias conocidos del Consejo de las Sombras. Estaban frente al nuevo recinto del Consejo. Había que trabajar mucho todavía, pero el nuevo lugar de reunión ya estaba funcionando bajo, nada menos, que la catedral.

Apenas habían transcurrido dos días desde que Súmmum y Gêldar lo habían rescatado a él, a Wolfgann y a Lucio de la casa de Bruce. Se sentía agotado y quería terminar de una vez con las formalidades. A pesar de haber dormido un día entero, aún sentía cansancio.

– No te di las gracias por lo del otro día - dijo Eldar de pronto.

– No te preocupes - dijo Súmmum - Fue un momento bastante difícil. Odio admitirlo, pero Gêldar hizo lo correcto.

– ¿Qué va a pasar ahora?

– Supongo que venimos a enterarnos.

Se detuvieron frente a la puerta esperando que Fran les abra.

– Hola Fran - dijo Súmmum con un gesto cordial.

El hombre le sonrió.

– Hola Súmmum.

Su mirada estaba pegada en Eldar como la primera vez que lo vio, pero ésta vez no era curiosidad lo que lo movía, sino admiración.

– Los están esperando - dijo Abriendo la pesada puerta.

La puerta les abrió paso a una cámara circular de grandes dimensiones. El nuevo recinto del Consejo estaba justo debajo de la nave principal del la Catedral. Habían elegido ese lugar por hallarse en un terreno sagrado y protegido, al que no podían entrar ni demonios, ni vampiros. Antiguamente se había usado como una gran bodega, donde se almacenaban los vinos mas exquisitos de la iglesia. Grandes columnas sostenían el techo formando un círculo, dentro del cual habían colocado una gran mesa redonda para las reuniones. El lugar tenía cierto aire medieval.

Estaban reunidos todos los miembros del Consejo de las Sombras a pleno. Entre las columnas habían colocado gradas, que hacían un efecto de aula magna, mirando hacia la gran mesa. Todos estaban hablando, acomodados en las gradas, y todos hicieron silencio cuando Eldar y Súmmum se hicieron presentes.

Eldar sintió que su pecho se oprimía cuando traspasó la puerta y se detuvo mirando a todos los presentes. Otra vez eran los últimos en llegar y el centro de atención de todas las miradas.

– No te preocupes - le susurró Súmmum - Eso que sientes desaparecerá cuando te vallas. Este es terreno sagrado y tu sangre es de demonio.

– Y ahora me lo dices - le contestó entre dientes.

A pesar de ser redonda, la mesa tenía una cabecera indiscutible marcada por un gran sillón de estilo Luis XV de color azul. Sentado en ese lugar privilegiado se hallaba Esteban Loughty. A su derecha estaba Alma y del otro lado dos sillas vacías. Los demás lugares estaban ocupados por Brandon y algunos miembros honorables del Consejo de las Sombras.

Eldar recorrió a los integrantes, de lo que a él se le ocurrió, la Gran Mesa Redonda. Una persona llamó su atención. Selene se hallaba sentada junto a Alma y lo miraba a los ojos en ese momento. No pudo dejar de notar que algo había cambiado y no solo era el lugar de reunión. Sin duda, la reunión era mucho mas importante de lo que él presumía.

Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora