Capítulo 13 - Secretos Revelados (Parte I)

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13 - Secretos revelados.

Bruce tenía apenas unas horas para encontrar el Libro de las Sombras y su tiempo se acortaba considerablemente, Wolfgann no había querido revelarle nada y no tenía idea de dónde podía estar el libro.

Lo que más le molestaba era saber que Alma Vismark ocupaba su lugar, el lugar que durante tanto tiempo había sido de él. ¿Cómo era posible que en todos los años que llevaba junto al viejo no se le hubiese ocurrido preguntarle por el libro? No había muchos lugares donde poder ocultar un libro como ese. El libro había sido escrito por muchas manos diferentes a través de los siglos, pasando de generación en generación.

Una idea vino a su cabeza de pronto. ¿Dónde estaría un libro lleno de conjuros y hechizos mas que en manos de una bruja? La imagen de Selene acudió a la cabeza de Bruce como un flash.

Sin pensarlo se dirigió a la casa de la hermosa bruja dispuesto a obtener el libro de la manera que fuera.

Por el camino se preparó para enfrentarse a ella, siempre le había tenido miedo por ser descendiente directa de Diana y a sabiendas de que era peligrosa si se la provocaba. Pensó que la mejor manera sería tratar de convencerla de que Wolfgann lo mandaba a buscar el libro y con esa idea firme comenzó a preparar su discurso mientras se acercaba a la casa de Selene.

Cuando estuvo por fin ante la puerta de la bruja, ya había ensayado mil maneras diferentes de comenzar con la conversación y con eso en la cabeza tocó a la puerta con cierto nerviosismo.

Pasó un rato antes de que el anciano abriera la puerta.

- ¿Qué desea caballero? - le preguntó el hombre.

- Necesito hablar con Selene - dijo Bruce poniendo su mejor sonrisa.

El anciano lo hizo pasar con un gesto de la mano y luego cerró la puerta sin hacer el menor ruido.

Se quedó parado en el recibidor con los ojos del gato negro de Selene clavados en los de él. La mirada del felino lo puso nervioso y molesto, de buena gana le hubiera dado una patada al gato para que dejara de mirarlo.

- Los gatos ven el alma de las personas.

La voz suave de Selene lo sobresaltó de tal manera que no supo que decir y se ahogó con su propia saliva al intentar hablar.

Los ojos verdes y brillantes de Selene lo observaron detenidamente mientras él luchaba por recuperarse de su acceso de tos.

- Parece que estás un poco alterado consejero - dijo Selene con total calma.

- Lo siento - dijo Bruce tratando de controlar su tos - Creo que me ahogue... pero estoy bien...

- Has venido a verme - dijo la bruja - Así que entra a mi recinto privado.

Sin decir mas, salió del recibidor y desapareció tras la puerta sin hacer ruido.

Bruce la siguió sin dejar de mirar al gato que no le sacaba sus malditos ojos de encima. Se sintió aliviado al cerrar la puerta de la recámara de Selene y eso le dio valor para enfrentarse a la mirada astuta de la bruja. Se encontró con sus ojos verdes tan brillantes como los de su gato y un escalofrío corrió por su cuerpo sin que pudiera evitarlo.

- Toma asiento consejero - dijo Selene - O debería decir ex- consejero...

Bruce tomó asiento frente a Selene sin darse por aludido ante sus palabras, aunque por dentro sintió que la ira crecía a toda prisa.

- Viniste a pedirme algo - le dijo Selene mirándolo a los ojos.

Bruce se puso incómodo ante la mirada pero igual trató de sostenerla, aunque no pudo hacerlo por mucho tiempo y tuvo que desviar la suya.

Entre Ángeles y Demonios: La Daga de los Mundos (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora