CAPÍTULO 66 - Maratón 1/10

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No sabía si hacerlo o no. Estaba indecisa. Pero ya venía dándole vuelta a la idea varias veces. Y la verdad era que prefería que Para la mandara a freír espárragos en sartén de palo, en lugar de carcomerse el cerebro con la duda.

Seguía amando a Kara  tal cual lo había hecho desde hace tanto tiempo. Solo que ahora sentía que ya no era la misma jovencita impulsiva que después de haberle hecho el amor a Kara, se aferró a la rubia de manera obsesiva y posesiva. Con una actitud de feroces celos cada vez que cualquiera se acercara a su hermosa novia.
No ya no era esa joven. Ahora sentía su amor calmo, tranquilo, maduro, pero mucho más intenso que antes. Se moría por abrazar, besar y vivir al lado de su, ahora, ex – esposa. Y ni que decir de su deseo de vivir cada día de su vida viendo crecer a su pequeña heredera. Esa niña era su vida.

Quería a ambas de nuevo en su vida y si Kara le diera tan solo una oportunidad, se aseguraría de no defraudarla.

Tenía que reconquistar a Kara. Ya habían pasado dos años desde el divorcio y deseaba que Kara hubiera calmado sus demonios contra ella.
De por si notaba a la rubia mucho más calmada y hasta menos reticente a verla. Aunque también tenía en cuenta que ello se debía a que Kara no quería ver a su pequeña hija afectada por una actitud belicosa entre sus madres.

Suspiró.

-       Que sientes por mí, mi amor? Me…seguirás amando? O ya solo soy alguien que fue parte de tu pasado?

Y antes de arrepentirse tomó su móvil, marcó el tan conocido número y espero la respuesta del que sabia sería el amor de su vida.

-       Hola, buenas tardes?

-       Hola, buenas tardes, Kara –dijo poniendo su mejor sonrisa la pelinegra, aunque sabía que la persona con quien hablaba no la veía.

-       Lena? Vaya que sorpresa. Dime en que te puedo ayudar? –con un aire tan profesional que Lena casi se arrepiente de haber llamado. Pero ya estaba decidida: iba a recuperar al amor de su vida.

-       Bueno, estaba pensando…hace mucho tiempo que no puedo almorzar con Lori –y contigo, pensó pero no lo pronunció- y bueno…yo…quería saber si…

-       Claro, que si Lena. La enviaré con Niko a tu oficina o a donde me digas.

-       Niko? –tratando de hacer memoria pero no logró recordar quien diantres era Niko.

-       Es quien que casi siempre nos moviliza cuando no deseo manejar.
Kara soltó una sonora carcajada al darse cuenta que la pelinegra había olvidado por completo al gigantesco hombre de más de metros de alto, al cual la ojiazul había llamado gorila, con toda la razón del mundo.

-       Oh! Si claro que lo recuerdo. El gorila que cuida a mi princesa cuando tú no puedes.

-       Bueno, no puedes quejarte. Me sugeriste que sería bueno que la niña tenga a un particular para ella. Solo tomé en cuenta tu sugerencia –sonriendo porque recordaba claramente la mirada llena de celos que le había lanzado su ex – esposa cuando había visto sonreír a Lori tan alegre con el guapo guardaespaldas.

-       Cuando sugerí ello, me refería a León. El guardaespaldas de tu padre –muy feo pero cariñoso con Lori. La niña se había robado el corazón de todos los trabajadores de ambas empresas. Incluyendo al personal de seguridad.

-       Bueno, León es imposible que deje a papá. Es su incondicional y nunca me atrevería ni a mencionarlo a mi padre.

-       Sé que Jeremayah no se hubiera opuesto…

-       Ni León tampoco. Pero me pareció que Niko era una buena opción. Revisé su expediente contigo, así que tampoco me puedes acusar de haber elegido sola.

DESTINO (Supercorp) [Completa]Where stories live. Discover now