CAPÍTULO 61 - Maratón 8/10

4.5K 318 19
                                    

-       No me cuelgues por favor –susurró de manera suplicante.

Cerró los ojos con fuerza. Quería colgar, no deseaba escuchar ni una sola palabra más pero…

-       Kara, solo…solo déjame verlas un momento, por favor –siguió susurrando.

-       Estás loca –fue todo lo que pudo decir, de la manera más hiriente posible pero lo hizo.

-       Si, lo estoy. Me está volviendo loca no tenerlas a mi lado –comenzando a perder la esperanza de volver a ver a tener a su hija y su mujer de regreso en sus brazos.

-       No es mi problema –totalmente fría.

-       Kara …por favor…las necesito…las amo…

-       No es mi problema Lena –pero sí que lo era porque había algo dentro de ella que le decía que acepte, al menos una vez más.

-       Qué es lo quieres? Dilo y será tuyo. Lo que sea con tal que me dejes verlas una vez más.

Eso hizo enfadar a Kara.

-       Por quien me tomas? Crees que me puedes comprar con…?

-       No, no por favor. No me malinterpretes –tratando de aclararlo desesperadamente, temiendo que Kara cuelgue-. No lo malinterpretes por favor, solo quise decir…solo quise decir que haré lo que tú quieras, como tú quieras, cuando lo quieras…cualquier cosa con tal de verlas una vez más, abrazarlas y conversar contigo. Kara por favor,  te amo y nuestra hija es la luz de mi vida. No me prives de ella…por favor.

-       Dentro de treinta minutos en…

Lena anotó rápidamente la dirección y escuchó como Kara colgó. Suspiró de alivio y miró el papel donde había anotado la dirección que Kara le había dictado. Era un enorme parque cercano al centro de la cuidad pero la indicación era bastante clara: en la escultura central de la zona norte.
La pelinegra volvió a suspirar antes de pensar que tendría que caminar mucho porque el acceso a vehículos no se daba en esa zona indicada.
Tomó las llaves de su auto, salió de su oficina y se acercó a Maggie.

-       Maggie.

-       Si, dime en que puedo ayudarte Lena? –sonriendo.

-       Saldré un momento, por favor si alguien me busca diles que es probable que no regrese hoy a la oficina.

-       Está bien –dudando y recordó- pero hoy tienes algunas reuniones. Las cancelo?

-       Si por favor –sonriendo ante la eficiencia de Maggie.

-       No te preocupes yo me encargo de ello.

-       Gracias, hasta mañana.

-       Hasta mañana Len.

-       Salúdame a Alex, adiós.

Maggie se sorprendió de ver a Lena  de mejor humor, quizás algo relacionado con…
El sonido de su celular interrumpió sus pensamientos.

-       Bueno?

-       Amor de mis amores…

-       Y espero el único –sonriendo al reconocer tan frecuente voz.

-       El único hasta siempre.

-       Y ahora porque tan feliz mi amor? –sonriendo.

-       Por qué? Debe haber un motivo en especial?

-       Solo pregunto –riendo suavemente.

-       Pues si tengo que el mejor motivo de toda mi vida.

-       Cual será?

-       El amor de la mujer que amo con todas las fuerzas de mi alma, corazón y vida.

-       Afortunada será la susodicha –haciéndose la ofendida.

-       La afortunada soy yo por tenerla a mi lado.

-       Eres tan linda cuando te lo propones –derritiéndose.

-       Amor mío, me distraes tan fácilmente…que si no fuera tan importante el motivo de mi llamada me la pasaría cantándote todo lo que de ti me encanta.

-       Ya sabía que esto no era gratis –riendo.

-       Sabes que no es así –apesumbrada.

-       No te me pongas así, venga dime que necesitas.

-       Saber si Lena salió de la oficina.

-       Acaba de hacerlo, pero tu como lo sabes? –extrañada.

-       Kara también acaba de salir y lo ha hecho con Lori en brazos...

-       Y eso quiere decir…?

-       Me dijo que no regresaba hoy y que si oía alguna noticia de “mujer mata a su esposa”, que la fuera a ver a prisión –tratando de tomarlo como broma pero se temía que fuera cierto.

-       Estás bromeando, verdad? –sorprendida.

-       No –seriamente.

-       Es probable, Lena salió algo contenta.

-       Dudo que suceda…Kara está muy enfadada…pero ojala se arreglen. Se lo merecen después de pasar por tanto…necesitan ser felices -suspirando.

-       Estoy totalmente de acuerdo contigo, mi vida.

-       Y hablando de ser felices…tú y yo dejamos un asunto pendiente esta mañana…

-       Así? Pues no lo recuerdo –riendo entre dientes.

-       Así, pues será un placer para mí hacerte recordar…

***

La zona estaba ligeramente despejada y Lena comprendió porque Kara  había indicado ese lugar como punto de encuentro: era bastante solitario.
Sus ojos empezaron a buscar por todo el lugar, tratando de encontrar la escultura central del lugar.
Camino cerca de cinco minutos y miró su reloj.

-       Ya pasaron los treinta minutos que Kara me dio –empezando a desesperarse por no encontrar la bendita escultura.

Pensaba en volver a llamar a Kara  cuando de pronto visualizó un pie blanco a unos cuantos pasos suyos, se acerco y poco a poco el punto buscado fue hallado.
Se quedo observándolo unos segundos cuando una angelical risa la sacó de su ensimismamiento. Se volvió inmediatamente buscando de donde provenía. La había identificado perfectamente.
Desesperada rastreó todo su campo visual y fue casi detrás suyo que al fin pudo contemplar la más bella escena que sus ojos hubieran podido observar en mucho tiempo: Kara enseñando a caminar a Lori paso a paso. Su rubia esposa llevaba pasito a pasito de las manitos a su pequeña hija. Mientras, la pequeña rubia soltaba carcajadas de alegría y triunfo al ya poder caminar, aunque con ayuda de su madre.

La pelinegra se fue acercando poco a poco, como temiendo que al acercarse el espejismo que se le presentaba frente a sus ojos, fuera a desaparecer.
De pronto las risas se detuvieron y Lori fue consciente de la presencia de su otra madre. Fue un momento tenso.
La tensión fue rota por una soberana carcajada de la hija del matrimonio, que soltándose de su rubia madre, hizo el esfuerzo de ir caminando hasta Lena, quien no pudo sino caminar hacia el encuentro de su hija y levantarla en sus brazos, cuando la pequeña solo habría podido tres pasos.

Dos lágrimas surcaron las pecosas mejillas de Kara. Los motivos eran diversos, iban desde el arrepentimiento hasta la emoción. No sabía que pensar, ni que sentir ahora que veía a Lori aferrarse con tanta fuerza a su madre. Mucho menos sabia que sentir al ver a Lena aferrarse tan fervientemente al cuerpecito de su pequeña hija.

DESTINO (Supercorp) [Completa]Where stories live. Discover now