Antes de morir - Joerick - Editando

● Capítulo 40 ●

FINAL DE TEMPORADA 2/3

Narra Joel Pimentel

Joel: Déjame intentar hablar con él. – dije haciendo a un lado al más grande. – Erick.... Amor, recuerdo que me advertiste sobre esto ¿Lo recuerdas? En el mirador cuando te confesaste ante mí. Recuerdo también que me dijiste que ... - me detuve, pude escuchar el llanto de Erick tras la puerta, las lágrimas no demoraron en salir, estaba llorando como un estúpido, el chico que amaba estaba sufriendo demasiado. – me dijiste que tenías miedo el llegar a lastimarte a ti mismo por causa del dolor. – dije con la voz temblorosa.

Erick: ¡Lárgate Joel! No quiero ver a nadie, llévate a Zabdiel. - gritaba con una voz de sufrimiento, el chico que se encontraba del otro lado de la puerta estaba a punto de hacer algo, quería pensar que no, pero ¿Y si así era?

Joel: No me iré de aquí hasta que abras esta puerta Erick Brian Colón.

Erick: ¡Por favor váyanse! – grito desesperado.

Vi como Zabdiel bajaba rápidamente, quizá no soportaba escuchar a Erick así, pero de inmediato subió con un botiquín médico.

Zabdiel: Si quieres, tu puedes irte, pero si decides quedarte, puedes ayudarme entonces. – dijo sacando una jeringa que contenía un líquido trasparente.

Joel: ¡Zabdiel! No vamos a matar a Erick. – dije entrando en pánico.

Zabdiel: No lo vamos a matar Joel, lo voy a sedar, necesito tu ayuda para eso.

Joel: Dime que tengo que hacer.

Zabdiel: Abriré la puerta y necesitare que lo sostengas lo más que puedas y yo lo inyectare.

Joel: Me parece perfecto. – dije, Zabdiel introdujo la llave y abrió, pero Erick no estaba en ninguna parte.

Zabdiel: ¡Erick! Maldición ¿En dónde estás? – pregunto desesperado.

Joel: Shh. – silencie a Zabdiel, había escuchado un lloriqueo desde el baño. Hice señas al mayor y entonces los dos fuimos hasta el baño.

Al entrar pudimos encontrar al menor sentado en el suelo, recargado en las "blancas" paredes del cuarto.

Erick: ¡Les dije que se largaran! – dijo inundado en llanto, las marcas en sus muñecas, me lastimaban en el corazón, el no quería llegar hasta este punto y mírenlo aquí.

Me acerque hasta donde estaba él y le tome las manos.

Joel: Tú no eres así Erick, tu eres mejor que esto. – dije abrazándolo, sin importar cuando manchada estuviese mi playera de sangre, sentí como Erick se aferraba a mí, no quería soltarme. 

Le di la señal a Zabdiel y este a su vez, tomo el brazo de Erick, y clavo la jeringa. Sentí como poco a poco la parte consiente del menor se iba desvaneciendo, incluso drogado, seguía intentando no soltarme, pero... al final me soltó.

Narrador Omnisciente

Durante dos días, los dolores de Erick eran envolventes, de las 24 horas del día, Erick se la vivía sedado 18. Era poco el tiempo que Joel podía hablar con su novio sin que este intentara suicidarse para terminar con el dolor.

Erick: Joel... - dijo una voz sin intensidad, sin energías, el sonido provenía desde las escaleras.

Joel: Hey, princeso, deberías estar acostado. – dijo el mexicano corriendo en ayuda de su chico.