● Capítulo 36 ●

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Narra Joel Pimentel

Tome la barbilla de Erick, y deposite un delicado beso sobre sus labios, acaricie su torso desnudo, sentí como su piel se erizaba, sabía que esas caricias excitaban al chico.

Joel: Haremos cosas sucias hoy. – dije dejando atrás la delicadeza y dulzura.

Erick: ¿Qué tipo de cosas sucias? – dice sin tiempo, ya que en un instante lo lance hacia la cama, me coloque frente a él y me coloque de rodillas observando su gesto, mordía su labio inferior, cerraba sus ojos, esperando el momento, y no lo haría esperar.

Tome el botón de su pantalón y lo zafe en un instante, baje el zipper de este, dejando ver su paquete marcado en la ropa interior de color blanco.

En pocos segundos me deshice de su calzada y su pantalón, dejándolo en simple ropa interior, podía observar su miembro inquieto, esperando a ser devorado por mi boca.

Joel: Trata de no correrte en 5 segundos... ¿Si?

Erick: Mierda Joel, no puedo prometerte eso, estoy tan caliente. – sus palabras, vaya que me habían calentado también a mí, tomé el elástico de su bóxer y jugué con él por unos segundos, viendo la desesperación de Erick, gemía como una chica urgida, y aun ni lo había tocado.

Baje la prenda restante dejando a plena vista su masculinidad. Lo tomé entre mis manos y eso había estremecido aún más a Erick, introduje su miembro en mi boca y con mi mano haciendo movimientos de arriba abajo con él. Los gemidos de Erick se escuchaban por todo el departamento.

Sus jadeos y un "Joel" que quizá sin querer había dejado escapar de entre sus labios, masajeaba este con más intensidad. Erick estaba llegando a su punto, su expresión me lo decía, la forma en que arqueaba la espalda, me lo decía, quería probarlo, su esencia, su sabor, quería probar todo de él, en el momento menos indicado sentí todo ese líquido caliente sobre mi lengua, y unas cuantas gotas resbalando por mis labios, Erick al observar dicha escena, con su pulgar limpio los residuos y paso su dedo por mi boca, quería que yo lo tragara todo, y eso era tan putamente caliente.

Joel: Eres un travieso. – dije con la voz agitada.

Erick: Dime que esto no ha sido toda nuestra noche de bodas.

Joel: Apenas estamos iniciando. – dije mientras retiraba el cinturón de mis pantalones.

Erick poso una mano sobre las mías, deteniendo mis movimientos, se arrodillo frente a mi haciendo el trabajo por mí.

Joel: Oh Erick, no es momento para que me pidas perdón y no soy un dios para que me reses. – dije para después morder mi labio inferior.

Erick: Eres un tonto. – dijo soltando una carcajada, pero aun sin dejar de hacer lo que tenía en mente.

Me despojó de toda mi ropa, dejándome desnudo frente a él, sin pensarlo dos veces, comenzó a lubricar mi miembro, introduciéndolo en su boca, la forma en que movía su lengua, era majestuosa, la profundidad de su garganta debe ser extraordinaria, al lograr meterlo todo por su boca.

Levante a Erick, dándole un salvaje beso, tumbándolo sobre la cama, tome sus piernas y las separe, dejándome el paso libre para entrar en él Rose mi miembro contra su entrada, Erick gemía, el placer era obvio en sus gestos y sonidos.

Joel: ¿Estás listo? – dije en son de jadeos. 

Erick: Hazlo ya Joelin. – amaba que me dijera "Joelin", fui entrando lentamente en él, observando cada gesto del menor, cada facción de su rostro.

No sé en qué punto fue que me fascino hacerlo con Erick y no sentir ni cosquillas el pensar hacerlo con una chica.

Mis embestidas se hacían más fuertes, mientras Erick más me pedía.

Tome el miembro de Erick, el cual estaba tibio y firme. Masturbaba a Erick, mientras yo lo penetraba, la sensación del líquido que antes escurría por mis labios, era la misma que ahora sentía como escurría por mis manos, Erick había llegado, manchando con su intensidad mi puño y su abdomen. Después de unos segundos, también llegue, dentro de Erick, tal y como él me lo había solicitado.

Erick: Nunca me imaginé mi noche de bodas, y si alguna vez lo pensé, creo que habría sido como esto.

Joel: No entendí una palabra de lo que dijiste, pero yo también te amo. – dije recostándome en su pecho, el tiempo se me fue ahí, hasta que caí en el sueño.

Después de eso, pase tres maravillosos días despertando y encontrándome con sus lindos y verdosos ojos.

Pero, así como había cosas buenas, había cosas malas, podía ver los cambios en Erick, eran notorios, su estado de ánimo y sus ganas de divertirse, se iban agotando.

Leía arriba y abajo la lista de Erick, la mayoría de las casillas ya estaban marcadas "Salir con Joel", "Primera vez con Joel", "Novio de Joel", pero había unas que aún no, el tiempo se me estaba acabando, era imposible saber cuándo Erick había escrito esta lista, era realmente preocupante el saber si un día reciba una llamada con la noticia desbastadora.

Hace un mes esto no me habría importado, pero ahora era notorio que hasta cierto punto tenía miedo, mucho miedo. Siento los pasos de alguien detrás de mí y guardo la hoja en mi pantalón.

Erick: Hola Joel. – dice, al voltear, el menor se lanza sobre mí y me abraza. Le tomo de la barbilla y le doy un ligero beso en los labios y lo observo por unos segundos.

Joel: Estas pálido, Erick. – dije en un susurro.

Erick: Tuve un bajón de presión, pero estoy bien. – justifico, pero el cansancio en su voz era notorio.

Joel: ¿Te pasa seguido? – cuestione.

Erick: Últimamente... - lo pensó y me miro. – Si, me paso tres veces hoy.

Joel: Oh corazón, no. – dije asustado, lo abrace más fuerte y derrame una lagrima. – según tus cuentas... ¿Cuánto te queda?

Erick: Emm. – hizo su cara de pensativo. – una semana, quizá menos o más. – al escuchar la cifra mi corazón se aceleró, no era justo que me quedara tan poco con Erick, no lo había disfrutado lo suficiente.

Joel: Te odio Erick. – dije con lágrimas en mis ojos, en cambio, los ojos de Erick reflejaban confusión. – ¿qué me dirás cuando todo esté pasando? – dije con una mezcla de furia y tristeza. - ¿Fue un placer coincidir en esta vida? – dije y lo abracé, aferrándome a él, limpiando las lágrimas que le había hecho derramar, estaba furioso, pero no quería perder ningún segundo con él.

Mi corazón estaba por estallar, quería llorar, tirarme a lloriquear como una chica de 12 años, que ha perdido su primer novio.

Yo perdería al amor de mi vida en cuestión de días, y mi corazón no quería sentir esa perdida, no aún. 

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Preparen los pañuelos, preparen los helados, por que los ultimos cinco capítulos que vienen, no seran muy bonitos :'( 



Preparen sus moños negros chamas... 

Antes de morir - Joerick  - EditandoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora