《 CAPÍTULO 04 - LABIOS BESABLES 》

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NARRA JOEL PIMENTEL

La fiesta tenía la pinta de que estaría totalmente aburrida, comenzando por la música, por dios, era horrible.

Entré por la puerta principal y comencé a buscar al pequeño Erick. No tardé mucho en encontrarlo, pues era el único que me veía babeando.

Puse una cara de serio y fui hasta donde él estaba, pude ver como se atemorizo, sus piernas comenzaron a temblar y sin exagerar creo que pude ver una gota de sudor resbalar por su frente.

Lo pasé de lado y tome un vaso de los rojos y lo llene de alcohol, el seguía ahí parado, asustado quizá.

- ¿Estas bien? - pregunté.

- ¿Por qué la pregunta? – Respondió con otra pregunta.

- Eres el chico de la pelea, el del cuaderno. - sonreí

- ¿Te acuerdas de mí?

- ¿Por qué no habría de hacerlo?

- Es solo que siendo tú, uno de los chicos populares del colegio, creí que bueno... Tu sabes. - titubeó en las últimas dos palabras.

- La verdad no entendí nada de lo que dijiste. – reí - ¿Cuál es tu nombre? - lo abracé, y pude sentir como se ruborizaba.

- Mi nombre es Erick Brian.

- Yo soy Joel Pimentel. - le quité mi brazo de encima y estreché su mano.

- Lo sé. - Sonrió.

- Tienes la cara de perdido o asustado. ¿A quién esperas? Lo más importante es ¿Cómo encontraste la fiesta? Esta es una reunión de séptimos.

NARRA ERICK BRIAN COLÓN

Joel había llegado atacándome con preguntas, me sentía emocionado porque por fin estaba entablando una conversación con él, ojalá mi cita nunca llegue.

- Hey. - Chasqueó sus dedos frente a mi cara, sacándome de mis pensamientos.

- Una chica me invito, pero creo que me dejo plantado.

- Eso es triste, ven, no dejare a un chico sin amigos en una fiesta, te presentare a los míos. - me tomó del brazo y atravesamos todo el cuarto hasta llegar a un chico con el cabello alborotado y a otro con una tez tostada. - ¡Hey Chicos! - Gritó Joel.

- Joel, hermano, creí que no vendrías.

- ¿Cuándo le he dicho "NO" a una fiesta? Bien les presento a Erick.

Todos se portaron amables y me comenzaron a hablar, los amigos de Joel, vaya que eran divertidos.

La noche estaba pasando y Joel ya estaba muy tomado, yo ya me estaba comenzando a preocupar. Christopher se había ido hace un rato, pero había dejado su número y la dirección del departamento donde rentaban, por Joel.

- ¿Erick? - dijo un Joel ebrio.
Se veía realmente tierno haciendo tonterías.

- Oh Joel. - sonreí. ¿Estaría mal aprovecharme del estado del chico de mis sueños? - Te llevaré a casa. - pasé su mano por mi espalda y lo ayudé a caminar hasta la entrada.
Minutos antes ya había llamado un taxi.

Así que al salir el taxi estaba ahí, subí a Joel en la parte de atrás y yo me fui al copiloto, entonces salimos de ese escandaloso ambiente.

Al llegar al edificio de renta, pagué el taxi y ayudé a Joel a bajar.

- Vaya que estas pesado. - sonreí, entonces comencé a perder el equilibrio y ... Joel cayo y yo sobre él. - Oh por dios, no sabes cómo lo siento. - dije apenado.

- Tienes unos ojos muy bonitos. - ¿Qué? ¿Joel había dicho eso? Mis mejillas se enrojecieron al instante. - y unos labios tan besables...

Antes de morir - Joerick  - EditandoWhere stories live. Discover now