Carretera de lluvia

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Ross POV:

Cerré la puerta del coche con un movimiento rápido y dió un portazo. Habíamos salido corriendo desde el centro comercial hasta el coche en la otra punta del aparcamiento y llovía como si estuviésemos en el diluvio universal. Me quité la capucha y miré a Laia que estaba sentada en el asiento de al lado con el pelo empapado y jadeando por la carrera hasta el coche. Ella también me miró con los ojos muy abiertos y luego se rió alegremente.  Me contagió la risa y solté una carcajada.

Cuando nos tranquilizamos de nuevo ella soltó un suspiro largo. La miré de nuevo. Se había soltado el pelo que le caía a ambos lados de la cara mojado y liso. La ropa empapada se le pegaba al cuerpo. Aparté la vista. Puse el coche en marcha y encendí la calefacción a tope. Ella se acercó de inmediato con los dientes castañeando y acercó las manos al calor.

- Está bien- le dije- te llevaré a casa-

Ella asintió

-Gracias- me contesto- has llegado justo en el momento oportuno.

Sonreí de vuelta y salí del aparcamiento con las luces dadas y mirando atentamente entre la lluvia.

Laia encendió la radio y manejó la ruedecita a su antojo. Sonreí ante esa costumbre de cambiar tanto de emisora. Finalmente encontró una canción de su agrado y volvió a acercarse a la calefacción. Yo conocía la canción, pero sabía que era poco conocida entre la gente de nuestro instituto que se limitaba a canciones de rap o grupos de música comercial. Laia me miró sonriendo tímidamente.

-La canción se llama all I want- me dijo.

- De kodaline- le dije sonriendo.

Ella me miró con sorpresas y luego me sonrío reconfortada.

Escuchamos la canción en silencio con el fondo de las gotas de lluvia golpeando contra los cristales y la carretera pasar veloz a nuestros lados. Suspiré mientra me relajaba. Había mucho en lo que pensar, pero sencillamente era un momento demasiado perfecto como para estropearlo con preocupaciones. Suspiré mientras las notas del piano y la voz quebrada sonaban. [ explain more the song]

Sonaron las últimas notas y se acabó la canción dando paso al locutor. Laia estornudó suavemente y su móvil empezó a sonar bastante alto. Nos sobresaltamos y ella se apresuró a buscar en su bolso que había dejado prácticamente abandonado a sus pies. Rápidamente sacó el móvil y miró quien llamaba. Vi cómo dudó, pero finalmente respondió. Bajé el volumen de la radio para que Laia pudiese hablar tranquilamente.

- ¿Sí?- tras una pequeña pausa dijo- Hola Ethan-

Enarqué una ceja y miré de reojo ¿Quién era Ethan?

- En realidad me fui hace mucho- dijo ella. Después el tal Ethan empezó a hablar un poco alto mientras Laia frustrada intentaba dar explicaciones de vez en cuando en vano.

Llegó el momento en el que Laia apartó el teléfono y dejó que el chico hablase sólo.

-Lo siento- me murmuró- Le voy a decir cuatro cosas, no me esperaba esto para nada- me dijo algo confundida.

Yo asentí y ella volvió a ponerse el teléfono en la oreja.

- ¡Ethan!- exclamó Laia fuerte- ¡Me he ido simplemente porque me has abandonado! No encajaba para nada con tus amigos ¡¡¡ y no entiendo por qué mierda te has cabreado tanto y no paras de chillarme!!!-

La miré algo sorprendido y divertido a la vez, pero al chico no pareció gustarle que Laia le chillase de aquella forma y comenzó a gritar de nuevo, cada vez más fuerte.

Me estaba irritando bastante. Finalmente no aguanté más y siguiendo un impulso le quité suavemente el móvil a Laia sin apenas mirarla y me lo puse en la oreja mientras seguía conduciendo.

- Mira tio- dije alto y claro. El chico se calló de repente - Olvídate de Laia  no se merece estar con nadie que le grite así- pronuncié las palabras alto y claro manteniendo un cierto tono de autoridad- No vuelvas a llamar- Después colgué. Me habían dado ganas de añadir muchas más cosas pero más o menos había sabido controlarme. Le devolví el teléfono a Laia que me miraba aún mojada y atónita desde su asiento. Luego volví a fijar la mirada en la carretera.

- Vaya- dijo Laia al cabo de un minuto- eso ha sido bastante...- hizo una pausa- impredecible- dijo acabando la frase.

Yo me limeté a encogerme de hombros.

-Me estaba irritando que tu novio te chillara- dije probando- siento haberme entrometido en tus asuntos. Sólo ha sido un impulso-

- No es mi novio- me respondió Laia al momento algo molesta por mi confusión- Y está bien, yo también me estaba irritando- dijo concluyendo la conversación.

Continúe mirando la carretera fijamente y subí la radio. Estaban el locutor estaba pasando un anuncio sobre la peligrosidad de las carreteras con la tormenta. Escuché con atención.

-Debido a la tormenta que se está produciendo durante el día de hoy aconsejamos la máxima precaución en las carreteras. Debido a las grandes precipitaciones aconsejamos reducir la velocidad e incluso hacer una parada hasta que amaine la tormenta. Gracias por escuchar el aviso y recuerden la prevención evita el peligro! -

El anuncio terminó y pasaron otra canción.

- ¿Crees que deberíamos parar un rato? - me pregunta Laia. Ella también había estado escuchando el anuncio y ahora miraba algo inquieta la carretera que se cernía oscura ante nosotros ya que no era una carretera de transito, sino una más bien rural acompañada de maleza a ambos lados.

-Esta bien- le dije- podemos parar en alguna gasolinera. Si no recuerdo mal hay una a unos poco kilómetros.

Ella asintió y miró por la ventana.

Efectivamente en unos minutos llegamos a una gasolinera que destacaba a un lado de la carretera con un pequeño cartel luminoso. Aparqué al lado. Y miré por la ventana hacia la estacia. Toda la parte delantera estaba cubierta tan solo por cristal y pese a la lluvia pude distinguir al dependiente en el exterior que reponía una estantería llena de barritas energéticas.

-Iré a comprar algo caliente de beber- le dije a Laia- no tardaré nada-

Esta vez ella asintió.Me puse la capucha y salí corriendo hasta la entrada. Mis zapatillas se sumergieron en varios charcos pero finalmente llegué hasta las puertas automáticas que se abrieron al detectar mi presencia. Ya desde el interior me giré para mirar a Laia que miraba su teléfono mensajeando a alguien. Suspiré. ¿Qué habia hecho?¿Cómo había acabado con Laia en aquella gasolinera? Suspiré de nuevo. Algo de Laia me queria hacer protegerla y eso me molestaba en parte y me gustaba al mismo tiempo. Me molestaba porque me estaba causando algunos problemas. Pero me gustaba más de lo que me disgustaba. Además podía ver en Laia que necesitaba hablar del día anterior, de lo que habia pasado, de como se sentía. Podía ver que se sentía mal. Mierda, dije para mis adentros. ¿Como podia ver como se sentia si apenas la conocía desde hace unos días? Siempre habia habido cierta familiaridad, pero aún asi me resultaba sorprendente.

El hombre de la tienda me preguntó algo sacandome de mis pensamientos y me dispuse a pedir algo caliente para beber. Estaba cansado y la lluvia me hacia sentir melancólico, pero sabía que Laia me esperaba en el coche asique sencillamente me di prisa para volver con ella y no dejarla sola.

El ladrón de mi diario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora