Planes para el finde

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Ross POV

El profesor de educación física nos separó en dos grupos para jugar al balón prisionero. Cada equipo se sitúa en una parte del campo y hay que eliminar a los del equipo contrario dándoles con una pelota. Laia estaba en el otro equipo y Gabriel estaba en el mío.

Sonó el silbato y empezó el partido. No era mi juego favorito y había demasiada gente como para poder jugar bien. Algunas chicas simplemente se habían parado al final de la cancha a cotillear, otras corrían de arriba a abajo chillando.

Gabriel estaba a mi lado.

- Fíjate con quien está Laia- me chilló por encima del jaleo.

Yo atrapé al vuelo una pelota que me venía de frente y la lancé eliminando a alguien del otro equipo. Alzé la cabeza para divisar a Laia. Estaba hablando con uno de los chicos del equipo de fútbol. El chico era alto, bronceado y bastante cachas. Y estaba coqueteando descaradamente con Laia. Él se inclinaba sobre ella todo el rato y cogía las pelotas al vuelo para impresionarla. Hizo un lanzamiento de fútbol eliminando a alguien. El colmo fue cuando cogió a Laia por atras para ayudarla a hacer un estúpido lanzamiento. Laia parecía incómoda.  Gabriel negó con la cabeza al verlos tan juntos.

- Hay que hacer algo- dijo- Laia en cuanto a chicos no es que sea muy avispada-

Esquivamos varias pelotas y nos movimos hacia la zona delantera.

- Bien- contesté- necesitamos hacernos con una pelota. Y luego le eliminamos-

Gabriel sonrió. Apenas unos minutos después él tenía una pelota que había llegando rodando a sus pies. Nos echamos una mirada cómplice. ¿Desde cuando me entendía tan bien con aquel chico? Avanzamos los dos corriendo y él hizo un ademán de lanzar la pelota hacia Laia y el futbolista pero en el último momento me la pasó a mi y yo en un movimiento rápido la lancé al otro campo. Mi proyectil avanzó certero y seguro y dió en su objetivo. Se estrelló contra la cabeza del chico que calló de culo contra el suelo. Laia se echó rápidamente hacia un lado asustada. Cuando se recuperó tres segundos después miró al chico en el suelo con una sonrisa divertida medio oculta por su mano. Vi como Laia se inclinaba más y movía los labios. El chico debia de estar muy desorientado porque Laia empezó a reír dejando ir la risa que había estado conteniendo. Choqué los cinco con Gabriel ambos contentos de que el plan hubiese salido bien.

Laia POV

- No me puedo creer que hayáis sido vosotros los que han tirado al suelo a Liam- dije.

Estabamos en la cafeteria del instituto. El partido había acabado y nos habíamos cambiado a nuestra ropa normal. Hacía cola con Gabriel y Ross esperando a poder llenar la bandeja.

- En teoría fue Ross quien lanzó- dijo Gabriel. Ross se encogió de hombros divertido.

- Fue una especie de equivocacion - dijo Ross sin mucho convencimiento- De todas formas ¿quien era ese?- me preguntó.

-¿Liam? Sólo es un chico del club de fútbol. Ni idea de porqué se me ha acercado- contesté.

Parecía que a Ross se le ocurrían unas cuantas ideas.

- En cualquier caso estas mejor sin él- dijo Gabriel.

- Solo estábamos hablando- suspiré- no es como si hubiese quedado con él para liarme en los baños.

Ross pareció alarmado pero Gabriel se rió divertido. Me conocía bien y sabía que estaba bromeando.

Una vez con la comida en las bandejas nos hicimos paso buscándo la mesa en la que nos solemos sentar. Allí están los últimos miembros de nuestro grupo Cloe y Cameron. Ambos estan saliendo y apenas se pueden separar uno del otro. Era bastante incómodo estar sola con ellos porque podían poner a besarse sin previo aviso. Tal y como estaban haciendo ahora. Gabriel y yo nos miramos como diciendo que era una pesadez tener que verlos liarse cada dos por tres y nos sentamos. Ross no pareció especialmente incómodo y se sentó a mi lado. Ellos ni si quiera se despegaron para saludar.

El ladrón de mi diario.Where stories live. Discover now