Si yo no puedo...

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Laia POV:

Me desperté por la tenue luz que se colaba por las rendijas de la persiana y traté de abrir los ojos y ubicarme. Divisé mi armario y la pared llena de dibujos y me di media vuelta. Todo estaba como siempre. Mis piernas estaban heladas porque había decidido dormir en pantalón corto por alguna razón y me incorporé para agarrar la manta que estaba hecha un reguño abajo del todo de la cama. Me acurruqué arropándome hasta las orejas, aún somnolienta y me di media vuelta.

Ross dormía plácidamente a mi lado. Eché la manta por encima suyo también y dejé mi cara a dos centímetros de la suya. Era todo lo lejos que me apetecía estar. Observé sus largas pestañas cerradas y las sombras bajo sus ojos, el pelo revuelto le caía por la frente. Su respiración era profunda. Busqué su mano por debajo de la manta y la agarré suavemente.

Anoche apenas había conseguido que se subiese a mi coche para conducir hasta mi casa. Mi madre ya estaba durmiendo cuando llegamos y Ross no puso ninguna resistencia. Simplemente le había besado de nuevo en la frente y él había caído rendido. Ni si quiera estaba segura de si era plenamente consciente de todo lo que había pasado. Suspiré y le acaricié la cara con la mano libre, suavemente. Por un momento mis pensamientos se alejaron de allí recordando los viejos tiempos con Gabriel y con Evelyn donde todo era mucho más sencillo, o incluso el día anterior con Max y los chicos de fotografía. Sabía que podía elegir el camino fácil, pero no era el que quería.

No acababa de entender qué había pasado, no entendía por qué Ross se dedicaba a peleas con apuestas, pero lo que sí sabía era que me hacía sentir de una manera que no me había hecho sentir nunca nadie. Recordé el beso y recorrí sus labios con mi dedo índice. Jamás nadie me había besado como si nada más existiera, como si besarme fuese todo cuanto importaba.

Recordé una vez más su mirada de auténtica desesperación, de impotencia, de malestar, de angustia y me pregunté cómo podía soportarlo.

Suspiré de nuevo y él me apretó la mano ligeramente. Alcé la mirada pero él ni si quiera me miró.

-Ven aquí-

Me apretó contra él y apoyó su barbilla en mi cabeza envolviéndome con sus brazos y disfruté de aquel pequeño momento de paz. Inspiré su aroma que se quedaría en mi cama cuando él ya no estuviese.

Escuché a mi madre llamarme desde abajo y apuré un par de segundos más antes de desenroscarme de su abrazo y apartar la cálida manta. Le arropé de nuevo y sin poder evitarlo le di un beso en los labios.

-Ahora vuelvo-

Él me miró confundido y a mi me saltó el corazón tan fuerte que llegué a la puerta en apenas unos pasos cerrándola tras de mi.

Bajé sigilosamente tratando de no temblar y vi a mi madre arrastrando una minúscula maleta. ¿Se iba?

- Bueno cielo - dijo girándose hacia mi. - Me voy -

Debí de mirarla con cara extraña.

- ¿No leíste mis mensajes? ¿lo de la sesión de fotos?-

Traté de disimular.

- Ahh, puees...- me quedé en blanco. Estaba cansada- la verdad es que no. ¿Cuanto tiempo? -

Ella rodó los ojos.

- Sólo esta noche en un principio.-

Se acercó para darme un beso y un abrazo.

- ¿No deberías estar saliendo hacia el instituto?-

- ¡ No tengo primera hora! - dije mientras ella salía por la puerta y yo me giraba para subir las escaleras. Obviamente no era verdad pero dadas las circunstancias el instituto podía esperar.

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⏰ Laatst bijgewerkt: Nov 22, 2021 ⏰

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