Confesiones entre suspiros de desastre.

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Laia POV:

Ross volvió corriendo con una bolsa en la mano y subió al coche deprisa. Cuando abrió la puerta entró el frío de la lluvia y agradecí cuando cerró de un portazo. Sonrió levemente. Parecía mucho más desanimado que antes, sin embargo su voz sonó como siempre.

-He traído un café caliente- me dijo tendiéndome un vaso de plástico con tapa- Era lo único que tenían caliente-

-Gracias- le dije.

-Me imaginé que te gustaba con leche y azúcar- me dijo

Yo sonreí  y di gracias a que estuviese algo oscuro. Había acertado bastante.

-Así es perfecto- le dije.

La radio estaba apagada y tan solo se oía el ruido del exterior y la respiración de Ross aún jadeante por la carrera. Él sacó su café y le dio un largo trago. Yo le imité y bebí un poquito mirando hacia el frente. Estaba dulce y caliente. Bebí un poco más y agarré el vaso con las dos manos para que entrasen en calor.

-Bien- dijo Ross después de un rato mirándome- Me tendrás que contar que hacías en aquel centro comercial tan lejos de tu casa-

- Sólo había ido de compras- le dije.

Aquello sonó bastante borde y era mas bien una mentira. Ross me había ayudado bastante. Quería ser más amable con él, pero las palabras simplemente no salían.

-En realidad- dije rompiendo el silencio de nuevo- Pensé que ir a dar una vuelta con Ethan sería una buena idea para despejarme y no pensar-.

-¿El chico que te abandonó en el centro comercial y luego te gritó por teléfono?- me preguntó Ross- no creo que hoy sea tu día de buenas ideas- dijo con precaución.

Rodé los ojos e hice una mueca.

-No estuvo tan mal- me apresuré a explicarle- la mayor parte de la mañana fue muy amable conmigo- omití la parte en la que yo me sentía incomoda por tanta atención y proseguí- pero luego simplemente él se encontró con unos amigos y yo decidí irme-

-¿Por qué?-

-Sentía que sobraba. Ellos eran muy distintos a mí. E Ethan pareció no darse cuenta de que yo seguía allí así que sencillamente me fui. Y te llamé-

-¿y por que me llamaste?- preguntó Ross.

Suspiré. Hoy parecía el día de los por qués pero Ross se merecía que le explicase eso al menos. El problema es que no sabía exactamente por qué le había llamado.

- No lo sé- le contesté finalmente.

-Quizás- se atrevió a aventurar él- necesitabas hablar con alguien de lo que pasó ayer entre Evelyn y tu- dijo con su voz suave, para amortiguar el daño.

Sin embargo, aún así se me sobresaltó el corazón y sentí como empezó a latir más fuerte.

-Yo...- se me quebró la voz. Estaba reaccionando como siempre que pasaba algo con Evelyn, me sentía insegura, pequeña, muy pequeña y sobretodo me sentía triste. Hice un esfuerzo para continuar- Yo me siento culpable por lo que pasó ayer- le dije finalmente- Después de todo lo que pasó en la fiesta, y no solo eso sino como se siente Evelyn cuando está conmigo. Se supone que soy su mejor amiga y sin embargo la hago sentir mal. Siente que le robo la atención. Y ayer le molestó que estuviese así con Gabriel. Simplemente no estaba pensando en ella. Sólo pensaba en mi, en que me lo estaba pasando bien. Simplemente estaba disfrutando del momento. Y por eso mismo me siento mal. No pensé en absoluto en como se sentiría Evelyn al verme acaparando toda la atención de Gabriel. Y más aún cuando creo que le gusta Gabriel.-

El ladrón de mi diario.Where stories live. Discover now