–¡Al fin sales!, te he llamado como cuatro veces. Creí que te habías rajado. Estaba por subir arriba y sacarte de los pelos.

–Estaba esperando a que mi madre se fuese de mi habitación idiota –pongo los ojos en blanco.

–Anda vamos, baja de una vez.

–Vale, toma mi mochila –y antes de que diga nada se la tiro y le doy en la cabeza.

–¡Ay! –grita.

–¡Sh! No grites.

–¡Pues no me tires cosas a la cabeza!

–Vale, ha sido sin querer –digo riéndome y me lanza una mierda asesina –. Lo siento.

Me ato bien los cordones de mis Vans y respiro hondo antes de sacar un pie por la ventana y apoyarme en una especie de escalón o algo raro.

Wendy me va indicando con cuidado donde poner los pies y suerte que consigo hacerlo bien.

Cuando llego abajo me siento mejor que nunca. He bajado sin hacer ruido y sin romperme ni un hueso.

–¡Lo he conseguido! –digo más feliz que nunca.

–¡Sí! ¿Has visto como no era tan difícil?

–¿Habéis acabado ya? –dice Juliana desde el coche. –Ashton no puede entretenerla más.

–Corre, vamos –Wendy tira de mi brazo y nos metemos en el coche.

–Agachaos, tu madre nos puede ver y sería un poco sospechoso.

–¿Ashton ha salido ya? –pregunto con la cabeza agachada.

–Sí, justo se está metiendo en el coche.

–¿Y mi madre se ha ido?

–Sí, ha cerrado la puerta –me informa Wendy.

–Vale, nos vamos –dice Juliana arrancando el coche.

–Da la vuelta, no pases por delante de mi casa. Mi madre puede pueden estar mirando perfectamente por la mirilla...

–No está tan loca, ¿no?

–Ay Juliana, si tú supieras...

–Dios mío –hace una mueca –. Bueno cambiate rápido. Por cierto... bonito pijama –veo su sonrisa desde el espejo retrovisor.

–¿Acaso tienes algún problema con las tostadas? –digo mirando mi pijama.

–No, es muy bonito –dice riéndose.

Me desvisto rápidamente y me pongo el vestido. Guardo el pijama en la mochila, junto con mis Vans, y saco los tacones. Los dejo en el asiento de al lado, no pienso ponérmelos todavía.

–Bueno, ya estamos aquí –dice Juliana y se mete en el garaje para aparcar.

–¿Cómo es que aparcas en el garaje?

–Este chico es amigo de Danny y ya sabéis, tengo mis contactos.

–Sí, tenemos un tema pendiente y se llama Danny –la miro de forma seria –. Pero este no es el momento ni lugar, lo hablaremos más tarde.

–Estoy de acuerdo contigo Liz –dice Juliana chasqueando la lengua.

–Vamos –me abre la puerta Ashton y yo le sonrío.

–Esperame un segundo –digo cogiendo los tacones.

–Yo te los pongo, ven –me quita los tacones de las manos y me los pone cuidadosamente, como si fuera una muñequita de porcelana.

–Gracias –le digo y me levanto.

–Tan solo han sido unos tacones, no es para tanto –me da un beso y como siempre un escalofrío me recorre por todo el cuerpo.

–No, no solo te doy las gracias por eso sino por todo. Tengo suerte de tenerte conmigo. Te quiero –una sonrisa se forma en sus labios al oír esas palabras y a mi se me ponen los pelos de punta.

Hoy lleva una camisa negra, que le queda genial, como todo lo que se pone claro, y su pelo castaño esta despeinado. Está arreglado pero de forma informal y me encanta.

–Te quiero –dice colocándome un mechón de pelo detrás de mi oreja y  sus labios se acercan a los míos. El beso empieza lento pero va tomando intensidad y acaba mordiéndome el labio inferior, algo que me vuelve loca cada vez que lo hace.

–Eh, podéis ir a un hotel a follar –dice Wendy.

–O a una habitación de esta casa, hay muchas. No tendréis problemas... –dice Mike riéndose y Wendy se une a él.

–Iros a la mierda –les contesto por haber interrumpido mi beso.

–Liz, sabes que follar en público no está bien –dice entre risas.

–Anda vamos –pongo los ojos en blanco y le doy la mano a Ashton.

Subimos en ascensor y cuando llegamos a arriba más que una casa parece una discoteca.

–Madre mía –digo boquiabierta.

Hay luces de colores que se mueven con la música y un espacio gigante para bailar libremente. También hay una especie de barra para pedir copas.

–Y tan madre mía –dice Wendy –en primer lugar vayamos a por unos chupitos.

–De acuerdo, es la mejor idea –dice Mike y le da la mano.

Nos acercamos a la barra y una chica morena nos atiende.

–Cuatro chupitos –dice mi mejor amiga –de lo más fuerte que tenga, pero tampoco se pase.

–Vale –dice ella con una sonrisa y mira a Ashton.

Oh, si cree que va a llevarse a mi novio lo tiene claro. Más que claro yo diría oscuro...

–Gracias –dice Ashton cuando nos los trae y cogemos uno cada uno.

–Venga a la de tres. Uno, dos y ¡tres!

Me llevo el chupito a los labios y me lo trago sin pensar. Además de estar fuerte está asqueroso.

–Otra ronda por favor –dice Wendy y la chica asiente.

Nos llena de nuevo nuestros vasos y cada uno coge el suyo. Yo debato conmigo misma si tomármelo o no, aunque al final acepto.

–Asqueroso Wendy, as-que-ro-so –le digo dejando el vaso en la barra.

Dejo unos billetes y nos marchamos de ahí. Me daba igual pagarlos, tengo dinero ahorrado de la semana pasada y en algo hay que gastarlo.

Nos vamos a la pista de baile y por una vez, tanto Ashton como Mike bailan con nosotras. Wendy y yo cantamos las canciones a todo volumen. Creo que cantamos fatal, pero la mayoría ha tomado alcohol y ni si quiera se dan cuenta.

La fiesta se va llenado más y más y viene el Dj. Creo que esta fiesta es una de las mejores a las que he ido. Sinceramente, me lo estoy pasando genial y la música es fantástica.

Juliana viene con Danny y se unen a nosotros. Verla con bailar con él y hacer el tonto me pone feliz, sé que le quería desde hace tiempo y lo ha conseguido.

Seguimos bailando, cantando y pasándolo bien. Yo me acerco a Ashton y le beso. Le quiero tanto que no sé ni como expresarlo.

Mi vida a cambiado tanto que ahora con los ojos cerrados puedo decir que sí, que soy completamente feliz.



¡Hola a tod@s! Hasta aquí el capítulo de hoy😊 Espero que os haya gustado😜

Gracias por leer, comentar y votar.  Sois un amor😍

¡Nos vemos pronto con un capítulo nuevo!🙌

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¡Que tengáis un buen día, tarde o noche y un beso!😘💕

Aléjate de míWhere stories live. Discover now