Los Sentimientos Del Dragón ✓→ [Steve Rogers]

CUARENTA Y UNO

PESADILLAS
∞

Tanto Regina como Strange iban en la nave con los ánimos muy pero muy por los suelos, el hechicero no podía creer como todos habían sido derrotados tan fácilmente, el poder de una gema en su esplendor era increíble, y él lo sabía pero no había imaginado que llegara a tanto.

Después de casi dos horas de viaje, el doctor se sumió en una especie de trance, Regina le miraba por el rabillo del ojo, como parecía estar sentado en posición de loto en el aire, pero su cabeza la movía con una rapidez inhumana a la par en que su cuerpo sufría de leves espasmos.

Regina no supo muy bien qué hacer, si sería bueno o no tener que despertarlo de lo que sea que estuviera haciendo.

—Strange ¿Todo bien? - Le pregunto mientras ponía al helicarrier en piloto automático y trató de acercarse a él.

Pronto el moreno dio un jadeo, abrió sus ojos y cayó al piso del avión. Regina no dudo en tomarlo de los hombros y verlo con preocupación.

—Volviste, ya estas bien.

—Gracias. - Soltó ante aquel gesto el hechicero.

—¿Qué estabas haciendo? - Preguntó con un deje de incertidumbre y temor a la vez.

—Avance en el tiempo. - Explicó. —Para ver futuros alternos  y estudiar los posibles resultados del conflicto qué viene.

—¿Cuántos viste, doctor?

—Catorce millones seiscientos cinco finales.

—¿En cuantos ganamos?

El moreno y ella compartieron una fuerte mirada, Regina pudo notar el pesar en el semblante de él mientras qué este pudo precensiar el miedo de ella.

—En uno.

La chica Stark soltó un sonoro suspiró el cual solo indicaba derrota. Por ello volvió sin muchos ánimos a su asiento de piloto para después recargarse en el y tapar su rostro con ambas manos.

—¿Vamos por el camino correcto?

—Si te digo lo que pasa... ~

—Entonces no pasará. - Comprendió ella sin necesidad de que le explicará más. Por ello no era recomendable saber los futuros, porque podrías arruinar todo lo que ya estaba preescrito.

—¿Qué lugar es este? - Preguntó después de un momento de profundo silencio ya que pudo ver la especie de campo donde iban a parar.

—Un refugio. -Comento con una leve sonrisa. _El único que le sirvió a Los Vengadores para sobrellevar sus corazones hace algún tiempo.

—Yo soy Groot... -Tanto él hechicero como la maga voltearon con extrañeza hacia la voz porque se escuchaba un leve cambio a lo que estaban acostumbrados.