Mercy

Capítulo 31: Claro De Bosque.

Sin importar nada el curso natural seguía, la noche llegaba sin ser participe directa de todo... Sin ser doliente de los sucesos. La oscuridad caía sobre el mundo mágico como un manto negruzco, con una luna tan grande como plateada y la deprimente ausencia de las estrellas, ausencia que dejaba ver como la noche también podía ser cruel pese a su naturaleza indiferente.

Sus corazones podían estar en sus bocas o bien haber explotado. Estaban seguros que la principal razón ante ello eran las resonancias que golpeaban las paredes de sus interiores, todas aquellas con la guerra envuelta en cada uno de los impactos. Eran sonidos espeluznantes e incitantes a que sus juicios se dieran por perdidos ante la enajenación.

Pero estaba bien, no era como si después de aquello sus sentidos volvieran a ser los mismos. Por supuesto que no. Para bien o para mal, éstos una vez más se habían transformado y afilado a tal punto que dolia imaginar las atroces situaciones en las que podrían utilizarlos para defender sus vidas.

Aquel pensamiento hizo que el golpeteo en sus pechos siguiera siendo rudo y totalmente aturdidor, tanto que ahora el tiempo se escapaba de manera tan rápida que llegó a confundirlos. Sus cerrados ojos se apretaron, deseando que éste  dejará de ser una irritante voz en su cabeza marcando los segundos de manera desquiciante.

Todo esto porque su escape del atroz ataque les había dictado tener la determinación de mantener una luz encendida. Habían escapado buscando un aliento que les diera la salvación del infierno, infierno que él y los suyos habían desatado, infierno mismo que ella habría querido erradicar. Era una verdad irónica que aún los tenía atacados de mala adrenalina.

Hermione y Draco habían aparecido. El crujido bajo sus suelas los hizo poder soltar el aire tóxico de sus pulmones. La castaña mantuvo sus ojos fuertemente cerrados, luchando para que el brillo de sus ojos no saliera en forma de lágrimas. Aún podía sentir los brazos de Draco a su alrededor.

Por un momento el silencio los desconcertó. Los sistemas auditivos de ambos habían tenido pequeñas evoluciones ante los estruendosos sonidos, pero ahora todo era mutismo y eso solo hizo que sus oídos tuvieran vagas vibraciones, unas invisibles para el ambiente en donde el silbido del viento y sus consecuentes eran los únicos catalizadores de tranquilidad.

Se habían aparecido en medio de un bosque, en donde los misteriosos árboles se levantaban un tanto tenebrosos desde su raíz y en el que a lo largo recorría un pequeño riachuelo que se congelaba por las orillas. Las ramas verde opaco de la vieja arbórea se inclinaban de un lado a otro con la torrente brisa, alterando la sombra natural que éstos daban y aumentando los  escalofriantes sonidos de la forestal naturaleza.

Hermione y Draco se encontraban en el borde de un pequeño claro, donde la luna les regalaba luminosidad plateada y la cercanía del río un poco de frialdad a sus huesos. Draco sintió como la chica hundía su cabeza en el hueco de su cuello, mientras sus temblorosas manos se aferraban a su espalda. Él dejó que las suyas por fin dejaran caer su máscara en el fresco pasto lleno de nieve. Su pecho aún galopante, experimentaba unos desesperados espasmos, no sentía sensibilidad en sus piernas y sus ojos ardían ante la capa de humo que había dejado el fuego del ataque.

Un gruñido rasposo salió de Draco inconscientemente. Era demasiada la energía aún corriendo dentro de él, que el agarre al menudo cuerpo de Hermione era tosco. Intentando tranquilizarse su nariz busco el dulzón aroma en el cabello de la chica, sin embargo solo encontró olor a sangre y combustión. Su mandíbula se tenso mucho más.

Hermione quien aún mantenía su mirada cerrada, fue incapaz de percibir las reacciones de Draco. El terror aún latía en ella, al igual que la incertidumbre y sus vías respiratorias ardían en cada inhalar. Sus manos se enroscaron esta vez en los hombros del chico buscando impulsivamente que el contacto y calor fueran mayores. Un suspiro lastimero salió de su garganta haciendo que el acelerado aliento de Malfoy se rompiera.