Mercy

Capítulo 5: Propuesta Inesperada.

La enfermería estába casi sola, de no ser por que Harry y un par de chicos de Ravenclaw que se encontraba en ella, se podría decir que era un aula totalmente abandonada.

Había despertado muy temprano, a su lado estaba Ginny dormida en una silla, se veía cansada, por lo que prefirió no despertarla. Agradecía profundamente el hecho de que la chica se preocupara por el. Lo que sentía en ese momento era extraño y nuevo, últimamente Ginny estaba significando para el alguien mucho más importante que solo como la hermana de su mejor amigo.

La veía y por merlín sagrado que era hermosa, su cabellera como un fuego arrasador, su piel a simple vista se veía tan cremosa y suave, las bellas pecas que le daban un aire inocente y introvertido, la veía especialmente perfecta esa mañana...

A pesar de la clara belleza que poseía la menor de los Weasley, Harry hasta ese instante se daba cuenta de que lo que hacía única a la pelirroja era su carácter. Esa chica sin duda era tenaz, fuerte, valiente y honesta, su esencia era irradiante y por algún motivo desconocido siempre le traía tranquilidad y hasta podría decir que fuerza.

El sentirse así por motivo de Ginny le daba un poco de miedo, si, miedo por que aunque en un no muy lejano pasado había estado en situaciones sumamente peligrosas desde el mismo momento en que supo que la magia corría dentro de sí, tenia miedo ante lo que estaba sintiendo por la chica. Y no solo era eso, el hecho de estar sintiendo cosas por la hermana de su mejor amigo, Ron, le traía culpa y remordimiento, por que ella era intocable, por lo menos lo debería de ser ante sus ojos.

Agobiado y un poco cansado, hecho su cabeza para atrás. Aún le dolía la cicatriz, pese de que Ginny le había explicado lo sucedido hace un par de horas, su mente no recordaba los hechos, que por lo que le había comentado la pelirroja eran bastante alarmantes.

Sabía que su destino era enfrentarse a Voldermort, eso era lo que su cicatriz marcaba, lo que la profecía dictaba, poco le importaba la posibilidad de que el pudiera morir, lo único que le interesaba era el bienestar de todos y cada una de las personas que lo han apoyan hasta en ese momento.

Tenía que luchar, no por el, no por el título de héroe o por ser idolatrado por el mundo mágico, no, tenía que hacerlo por ellos, por Hermione, por Ron, por la memoria de sus padres, tenia que luchar por ella, por Ginny... Y no le importaría si la vida se le fuera dando todo de sí para que ellos y toda la comunidad mágica en un futuro pudieran vivir con paz y tranquilidad, tenia que hacerlo, era su deber.

Sus pensamientos lo habían llevado tan lejos, que apenas percibió como Ginny le hablaba delicadamente.

- Harry despierta -. Decía la pelirroja, tocando suavemente su hombro para despertarlo - Es hora de que tomes esta poción rehabitalizante.

- Lo siento Ginny, me quedé nuevamente dormido -. El chico mintió, incorporándose en la camilla para poder tomar la poción.

La pelirroja le dio el brebaje y se aseguró de que Potter lo ingiriera todo.

- Gracias, no fue de mi agrado pero aun así gracias Ginny -. Agradeció amablemente Harry, haciendo muecas ante el mal sabor de boca que le había dejado la poción.

- De nada Harry, me alegra que ya estés bien y que obedezcas las indicaciones de Madame Pomfrey -. Dijo la Weasley pasandole un vaso de agua al chico.

El chico tomó el vaso y lo bebió hasta el fondo, sintiendo como el mal sabor agrio se iba de manera inmediata.

- En serio Ginny gracias por todo, por quedarte y cuidar de mi -. Seguía el Gryffindor, mirando a la chica con gran gratitud y uno que otro sentimiento - Y es por eso que te pido que vayas a descansar, por lo visto no dormiste nada bien en esa silla.