Mercy

Capítulo 25: Naturaleza Errada.

- Apuntame con tu varita.

Un sonido en palabras, torrencial ante la mezcla de incredulidad y adrenalina. La luz de la estancia sofoco en milésimas de segundo y todo pareció suceder en cámara lenta. Su pecho dio un feroz latido más, ellos se encontraban al borde de la exposición de aquel egoísta secreto.

- Sal de donde quieras que estés -. De nuevo exclamó Filch agregándole presión a la limitada estancia

No hubo tiempo de tentar la negativa ante aquella petición, Hermione alzó su varita audaz y apunto con ella a Draco, al tiempo que el chico hacía lo mismo en contra de ella. La sombra del malhumorado hombre se hacía cada vez más grande entre las paredes, un par de zancadas más sonaron contra el duro piso y Filch finalmente apareció ante ellos.

- Te he dicho que te larges sangre su...

Draco calló. Los quebrantables rayos de la luna se intensificaron y alteraron el orden por la ventana. Las letras para completar la palabra habían estado a punto de salir expulsadas de su boca sin pensarlo y él solamente había sentido ardor en su garganta. Vio como una ráfaga de aflicción cruzaba los mielosos ojos de Hermione, entonces supo que las palabras podían quemar y las viles intenciones arrebatar despiadadamente la armonía de un corazón que late en afecto. Tambaleó su peso al momento en que sentía su lengua pesada. ¿Realmente aquellas dos palabras tenían un significado potencialmente relevante para él? Por primera en su vida evito la respuesta, no quería saberla, joder, no quería siquiera plantearla en su mente...

Un golpe hueco arremetió en el interior de Hermione, expandiéndose por entre sus venas y provocando que la firmeza de su varita por un momento flaqueara. Desde su laringe un gemido lastimoso lucho por salir, ella negó su liberación al remontar la situación y a pesar de su obstrucción, dolió, por que todo dio cabida para ser real, por que todo estuvo a punto de volver a serlo. Aguantó y espero.

- Pero mira que tenemos aquí señora Norris, un par ineptos estudiantes a punto de tener un patético combate -. Con su sarnosa voz, el vigilante de Hogwarts arrastro las palabras al tiempo en que su vieja gata ronroneaba en sus piernas - Les espera un gran castigo.

Los grandes zapatos del enfurruñado hombre se arrastraron en grandes pasos con el propósito de atrapar a ambos chicos. Éstos simplemente dejaron que el celador de Hogwarts los tomará por completo. Hermione volteo a ver a Draco quien esos momentos era tomado bruscamente por el cuello de su camisa por Filch, mientras que ella solo era empujada por éste. Malfoy impregnó en su rostro la repugnancia ante el trato por parte del inportunista.

- Andando -. Argus Filch exclamaba con gozo, al tiempo en que sacaba de aquella pequeña estancia a la Gryffindor y el Slytherin - Ni merlín podrá salvarlos -. Una peculiar carcajada resonó en los tímpanos de ambos jóvenes.

El ambiente sofocante vibraba tanto al punto de hacer que Draco decidiera desahogar su turbación golpeando un par de cosas al solo salir de aquella desgraciada circunstancia. El fracaso parecía perseguirlo y él no podía hacer más que infringir odio a todos aquellos factores detonantes de dicho fiasco. Por supuesto, miles de razones irreconocibles le impedían hacerlo hacia Granger, no por lo menos de una manera tan sádica como lo hacía ante los demás. Volteo a verla con precaución.

Hermione respiro profundo antes de sentir nuevamente la luz rojiza del lugar. Un empujón más y por fin fueron expuestos...

La música se corto de una manera tan agónica que todos engañaron sus sentidos y creyeron que su aliento se iba junto aquella última nota. El asombro, el cuestionamiento y la extrañeza fue cayendo ante los pies de ambos jóvenes, las mismas hadas pausaron su esplendoroso volar solo para contemplarlos y el humo de las pipas paso de ser relajante a un ser un espeso mar de niebla que los ahogó en segundos. Ahí estaban frente a todos... Clamando al cielo que ningún invitado se atreviera a indagar en sus miradas.