C.38 Laeti.

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La semana había sido una locura.

Primero: Castiel sacó un 10 en el exámen de matemáticas.

Segundo: Laeti se quedó definitivamente en el instituto y su objetivo principal era Armin.

Tercero: Nathaniel se comenzó a vestir como un chico normal, algo formal, pero mucho menos que antes.

Todos estaban locos por saber qué pasaba. Sucrette era la más ansiosa y a la pobre nadie le contaba nada. Pero a ella nadie le necesitaba decir nada, se iba a enterar de todas formas, ella tenia sus medios.

- ¿Y? ¿me darás algo por mi 10 en el examen? -. Castiel le decía de manera coqueta mientras caminaban hacia el instituto.

Nathaniel tuvo su emancipación legal hace 2 días. Al día siguiente de que Castiel supiera todo, ambos decidieron lo que sería mejor hacer, el rubio no estaba convencido para nada, no podía dejar sola a su hermana, pero Castiel podía ser muy persuasivo.

Sobretodo cuando se iba a quedar en la casa de Castiel hasta que sus padres le pagaran una habitación en alguna parte.

- Bueno, hoy mis padres me dijeron que podría mudarme a un nuevo departamento, -. A Castiel se le fue la sonrisa, pero se recompuso de inmediato antes de que Nath lo note.- podrías tener el honor de estrenarlo conmigo.

Castiel se sorprendió al ver una sonrisa y un pequeño sonrojo.

- ¿Me está coqueteando el delegado? -. Se acercó a sus labios dándole nervios a Nathaniel.

Extrañamente funcionó. Normalmente Nathaniel lo empuja lejos y ni siquiera se avergüenza, pero ahora Castiel pudo apreciar ese rubor en sus mejillas y unos ojos brillantes mirando hacia abajo.

Hermoso.

- ¿Vamos hoy en la noche? -. Habló después de besarlo. Nathaniel, como pudo, asintió con la cabeza.

Luego de eso, ambos apresuraron el paso para ir al instituto.

...

Sucrette estaba muy aburrida en la sala de clases, no había casi nadie, sólo estaba Kim y Violeta en un rincón haciendo quién sabe qué cosas. Y como ella no era tan amiga de ellas, se tuvo que ir afuera y darles un poco de privacidad.

Al menos debería haber alguien en el patio. Pero no había nadie, no estaba ni Kiki.

Siguió buscando y entró al gimnasio, con suerte estaba Dajan, y ella no lo conocía mucho, pues había escogido jardinería.

Salió de ahí para ver si su crush, o sea el amor de su vida, las estrellas de su cielo, el Arcángel de su época reggaetonera, el Hobi de su BTS (bueno, eso no), etc.

Jade.

Sí, ese chico que más parecía chica, que olía a tierra húmeda y pétalos de flores, a veces también olía a marihuana, pero eso era un secreto -que Sucrette sabía, obvio-.

En fin, se dirigió al jardín para ir a ver a su príncipe verde y de paso ver cómo crecía su planta de chamico.

Pero no encontró a nadie, salvo una persona agachada cerca del barro que dibujaba en el con una ramita.

- ¿Lysandro? -. Preguntó al acercarse mientras miraba con curiosidad lo que estaba dibujando.

Era un pentagrama.

- ¿Qué? -. Le respondió totalmente seco, Sucrette se comenzó a asustar.

- ¿Por qué estás dibujando un pentagrama? -. Se sentó a su lado y susurró para sí misma.- Y sin invitarme.

Opuestamente iguales (Cdm yaoi)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang