Opuestamente iguales (Cdm yaoi)

C.36 Sin salida.

- ¿Y?, no vamos a estudiar ¿o sí? -. Sucrette se colgaba del delegado. Los tres chicos ya habían ingresado a la habitación de el pelirrojo y estaban más que cómodos, al menos Nath y Sucrette, quienes estaban sentados en la cama de Castiel.

- Bueno, Castiel ya ha practicado mucho, -. Nathaniel lo miró de reojo mientras Castiel sonreía de alivio.- no pasará con un 10, pero lo hará.

- ¡Hey! -. Acercó la silla hacia la cama para ir a reclamar.- ...tienes razón. -. Terminó de decir para darle un beso en la mejilla.

Sucrette los miró como si nada pasara, estaba muy felíz por ellos, todo lo que quería era que volvieran a ser los amigos de antes, pero lograron mucho más que eso. ¿Un bonus extra a la reconciliación?

Nathaniel alcanzó a reaccionar antes de que Castiel se alejara por completo; y con la rapidez de un ninja, tomó el libro de matemáticas y lo golpeó en la cabeza.

- ¡¿Pero qué-. Castiel no alcanzó a terminar, ya que un molesto Nathaniel le interrumpió.

- No hagas eso, Sucrette está presente.

Sucrette y Castiel se miraron sin entender. Ella no tenía ningún problema con las muestras de cariño entre ambos chicos, de hecho le encantaba. Y Castiel había estado esperando todo el día para estar así con Nath, no sabía porqué tenía que ocultarlo.

- Ahora que lo pienso, Castiel necesita terminar la corrección del examen anterior. -. Habló Nathaniel sin disimular su mirada enojada hacia el chico.

Ahora todo tenía sentido. Castiel no había entendido hasta ahora el enojo de su... ¿compañero?, no hasta que vio el sonrojo que éste tenía en sus mejillas. Nathaniel sólo se mostraba indefenso frente a Castiel, por eso no quería que nadie más viera cómo era realmente.

- ... Está bien, me pondré a estudiar, ¿contento? -. Respondió bastante molesto y sin esperar respuestas, tomó sus cosas para estudiar y se fue a otra habitación.

Castiel tenía planeado de otra forma el día, pero no podría hacer nada hasta que Sucrette se fuera.

- Entonces... ¿están saliendo? -. Habló Su luego de un incómodo silencio.

- No, es algo así como "amigos con derecho" -. Enfatizó la frase haciendo comillas con los dedos.

Nathaniel pocas veces había pensado en su relación con Castiel, todo estaba bien, él no necesitaba empezar una relación que terminaría pronto.

Ya había pensado en eso. Su padre lo mataría si se emteraba, bueno, lo mataría a golpes algún día, pero ese hecho podría acelerar el proceso de su muerte.

- Oh, ¿con derecho a roce? -. Habló de lo más normal, y menos mal que Nathaniel no estaba bebiendo o comiendo porque se hubiera atragantado.

- ¡¿De qué hablas?! ¡No! -. Le pilló por sorpresa la pregunta, ¿derecho a roce?, ¿era como tener...

- ¿Sólo se dan besos, y Castiel no ha querido más? -. Si antes estaba nervioso, ahora estaba mucho peor comenzando a imaginarse escenas de lo más vergonzosas con el pelirrojo.

- No, ¿podemos cambiar de tema? -. Se estaba ocultando detrás de su flequillo rubio, no paraba de pensar en lo que sentiría su cuerpo si las manos de Castiel lo tocara. Era como una canción pegajosa, no podía dejar de pensar en eso, incluso si trataba de pensar en gatitos.

- Uh. -. Sucrette tomó una posición como si estuviera pensando algo muy importante.- ¿Sabías que Laeti va a venir al instituto? Creo que sus padres cambiaron de casa y ahora se van a mudar cerca de Sweet Amoris, ¿no es genial?