Opuestamente iguales (Cdm yaoi)

C.18 Cita.

Alexy abrió la puerta emocionado.

Su hermano hace dos horas le había dicho que Kentin quería tener una cita con él.

¡Casi lo mata!, ¿no pudo ser un poco más de tiempo?, ¡no tenía ropa para la cita!

Sí, estaba contentísimo, ahora podría ver a Kentin y decirle cuánto lo había extrañado en todo el fin de semana y los días siguientes. A duras penas se acordaba de lo enojado que estaba, en ese momento, ua nada podía hacerle enojar, porque él sólo quería algo...

Su sonrisa.

Ahora podía decir con toda libertad que estaba enamorado, que él amaba a Kentin. Ése sentimiento que da tanto miedo sentir, pero que es tan fácil de pronunciar. Alexy se había dado cuenta de que a él no le atraía, no le quería, no le gustaba Kentin.

El lo amaba.

Mucho antes de siquiera saber que Kentin quería juntarse con él, incluso antes de pelear aquél día. Se estaba consumiendo por completo por Kentin como un fósforo que llegaba a quemar los dedos.

Alexy sintió miedo al imaginarse amando a alguien, sintió vergüenza al no ser correspondido con la misma intencidad, se sintió perdido al no saber.

Pero eso ya lo había superado.

...

Encerrado en su habitación para seguir pensando en cómo arreglar las cosas con el chico militar. Sin querer se dio cuenta, como recordar algo que ni siquiera estabas tratando de recordar. Se dio cuenta de los peligrosos sentimientos que estaba formando; amar no es divertido. Y quizás Alexy se había repetido tanto esa frase que no pudo ver venir aquél sentimiento en su vida.

Amar no es divertido... No quiero, me va a doler.

Pensaba mientras se daba vueltas en su cama. Quería callar esas voces, quería dejar de asustarse por el futuro; de lo que sería de él si comenzaba a amar a Kentin.

¿¡Cómo había pasado esto?!, ¿¡qué había hecho mal?!, Ahora se encontraba en total desventaja, había perdido. Y entonces comenzó a llorar totalmente frustrado; porque era la primera vez que se sentía tan ahogado en su mente y no había vuelta atrás.

Muy despacio y muy lento; el chico comenzó a calmarse. Se fue al baño a lavarse la cara, y pronto dejó de sentir miedo, las cosas se veían cada vez más claras. Miró su reflejo.

Era hora de sufrir un poco; ya se había hecho fuerte, ésta vez no sería como antes. Era hora de volver a crecer, de luchar, de querer y de sentir con todo. Porque sino dejaría de ser Alexy, ¿no?

...

Entonces Alexy estaba listo para todo, llevaba una caja de parches para curarse después.

- ¡Kentin! -. Le sonrió un poco tímido. Había visto las pintas que llevaba con esa ropa, nunca en la vida lo había visto tan lindo.

- Hola Alexy -. El chico estaba mucho peor que Alexy. Se sentía tan emocionado, pero tan nervioso, algo avergonzado, se sentía tonto y creía que estaba haciendo el ridículo. Pero él era valiente también.- te ves hermoso...

La sinceridad de aquellas palabras hizo que Alexy se sonrojara mucho. Bajó la mirada nervioso. Kentin se había quedado sorprendido por el sonrojo del chico arco-iris, y había perdido un poco la noción del tiempo mientras miraba su bonito rostro.

- ¡Oh! -. Pudo salir de su ensoñación.- te traje esto -. Le pasó la rosa que escondía en su espalda.

Alexy se sentía en el cielo, algo le seguía alertando que no se dejara llevar mucho, pues si volaba muy alto y se caía, podría resultar más herido que otras veces. Pero poco a poco iba ignorando la voz de la experiencia, hoy amaría con todo su corazón sin importar qué.