C.15 Accidente.

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Lysandro trató de buscar a Armin en cuanto pudo salir de clases, seguía tratando de buscarle una respuesta al estallido de Armin, aunque si podía ser sincero, era una tonta excusa para hablar más con Armin.

Lysandro pensaba que quizás, en cuanto Armin respondiera por qué se comenzó a reír, se quedaría sin motivos para hablar con Armin y así nunca podría ser su...

Él mismo se tocó las mejillas, comprobando lo calientes que se habían puesto, negó con la cabeza como si eso le impidiera seguir pensando en el chico friki.

Aceleraba el paso tratando de encontrarlo más rápido, caminó hasta la sala de delegados, recordando a Castiel, últimamente pasaba mucho tiempo con el delegado. Lysandro podía ser un poco lento, un poco tonto, quizás inocente, pero podía asegurar que, desde que Debrah se fue para siempre del instituto, Castiel sentía algo más que amistad hacia el delegado. Había escuchado por ahí, de esos rumores que le cuenta Sucrette, que Castiel había ido a la casa de Nath a disculparse. Y, cuando Castiel volvió al instituto, Lys afirmó lo que le dijo Sucrette.

Lysandro se había quedado quieto pensando en los meses que pasó Castiel tratando de disculparse con Nath. Pronto, la puerta se abrió tan rápido que al pobre Lysandro le pegó en la frente.

Dio unos pasos atrás mientras se tocaba la frente con los ojos todavía cerrados.

- ¡Disculpa Lys!, no sabía que estabas detrás de la puerta, -. Bueno, al menos ahora sabía dónde estaba Armin.- ¿te duele mucho?

Armin se acercó a verle la cabeza, como era bastante más bajo que Lysandro, tuvo que ponerse los pies de puntillas para ver mejor.

- N-No, estoy bi-bien -. Comenzó a hablar nervioso, tratando de hacer que Armin no se preocupe.

Pero pasó todo lo contrario.

Armin lo tomó del brazo para correr a la enfermería, se había preocupado de la forma en que hablaba Lysandro, ¿qué pasaba que ahora era tartamudo?, ¿y si lo había dejado tonto?, ¡qué horror! Lysandro sólo se dejó guiar, le parecía increible la suerte que tenía, mira que ¡pegarse en la cara y que su chico le viera de esa forma!

Lysandro se quedó sin hablar, ni siquiera trató de explicarle a la enfermera lo que ocurrió, eso, por suerte, lo hizo Armin.

Se sobresaltó un poco cuando sintió que Armin le ponía hielo en la frente, sus manos eran tan cuadosas, como cuando tomaba sus juegos favoritos, y Lysandro pensó que le encantaría ser el juego favorito de Armin... Un pensamiento algo tonto.

- La enfermera se fue a hacer algo, -. Dijo sonriendo, mientras sacaba la bolsa de hielo.- me dijo que tenías que descanzar con un paño húmedo por mientras que la esperas.

Armin se ocupaba de mojar un poco el paño con el agua que salía del lavamanos de la sala. Lys comprendió que debía acostarse en la camilla, no dijo nada mientras obedecía, se le venían cosas poco victorianas a la cabeza; como Armin con un traje de enfermera atendiéndolo, Armin durmiendo con él en la misma camilla, Armin acariciándolo como en ésta mañana, Armin...

- ¡Auch! -. Le dio una punzada en la cabeza, quizás si se había puesto tonto por el golpe.

Armin le puso el paño en la cabeza con mucho cuidado, estaba bastante preocupado de Lys, quería quedarse con él, pero no sabía cómo decirle, no quería parecer muy obvio y le daba una vergüenza terrible el sólo imaginar que le diga algo tan cursi como que quería quedarse a cuidarlo. Entiendan a Armin, no quería dejar su orgullo de lado por decirle estupideces a Lysandro.

Comenzó a sonar el timbre, la hora del receso había pasado y todos debían volver a sus clases. Y ahora, gracias a eso, Armin tenía la excusa perfecta de quedarse cuidando a Lysandro.

Opuestamente iguales (Cdm yaoi)Where stories live. Discover now